El repertorio de preferencias sexuales masculinas no se limita al sexo oral.
La posta: ¿qué vuelve loco a un hombre en la cama?
Pensar que los hombres son unos seres básicos y elementales que responden a los estímulos sexuales con la velocidad de un resorte, mientras las mujeres son complicadas y difíciles de satisfacer, es una visión bastante limitada del asunto.
Hace mucho tiempo que ellos la cosa viene adquiriendo cada vez más variedad y color, por lo que se ha incrementado la dificultad a la hora de desplegar tácticas y estrategias de seducción.
Los hombres son, en el fondo, casi tan complicados como las mujeres a la hora del sexo.
Tan complicado es el asunto que su punto G, por ejemplo, se sitúa en el ano, por lo que muchos ven allí el fantasma de la homosexualidad, sin poder desplegar su placer por completo.
Santiago Frago, sexólogo y codirector del Instituto Amaltea, centro especializado en sexología, en Zaragoza, dijo a El País: “El hombre sufre hoy una crisis erótica porque se ve obligado a cumplir unas expectativas muy altas. La mujer, más informada e interesada en el sexo que generaciones anteriores, tiene que sentir placer y eso genera mucha presión”.
La excitación visual
Ante se creía que el varón era que el hombre es un ser básicamente visual, con poca imaginación para suponer lo que hay bajo la ropa. Si bien los escotes y la lencería es todavía un arma muy potente, la teoría de que el hombre se excita más con estímulos visuales ha sido ya descartada, gracias a un experimento que se realizó en la Universidad McGill, en Quebec, Canadá, y cuyo objetivo era calibrar la respuesta sexual en ambos sexos.
Los científicos se sirvieron de la termografía para medir la radiación, en términos de temperatura, que emitían los genitales de los sujetos del estudio, mientras contemplaban diferentes imágenes: sexuales y no sexuales. Tanto hombres como mujeres comenzaron a sentir excitación en los primeros 30 segundos. Los primeros alcanzaban su punto álgido en 664,6 segundos, mientras que a las mujeres tardaban algo más, 743 segundos, pero el estímulo en ambos sexos era el mismo.
El otro sexo oral
Si el sentido de la vista es primordial, no lo es menos el del oído y la mayoría de los hombres encuentran muy excitante escuchar los gemidos de sus parejas.
Si a los sonidos se les añade unos buenos textos y diálogos, la cosa va in crescendo. Todos deberíamos animarnos a ser más parlanchines en la cama y a exteriorizar con ruido nuestras sensaciones.
Cuestión de iniciativa
Los hombres lo saben: estar condenado a tomar siempre la iniciativa resulta aburrido y abrumador, y que una de las cosas que más les gusta a ellos es ser seducidos. Imaginemos lo duro que te resultaría vivir sabiendo que solo podrás mantener relaciones sexuales si lo solicitás o lo buscas de alguna manera, y con la certeza de que, en la mayoría del casos, escucharás la palabra “no”.
Ellos también desean sentir que son el objeto sexual de alguien, y que satisfacen el apetito de su amante.
Abecedario erótico
Hace tiempo que el punto G dejó de ser exclusivo de las mujeres, ya que los hombres disponen también de esa letra que, en su caso, se sitúa en la próstata, una glándula del tamaño de una nuez que está bajo la vejiga masculina.
Pero el alfabeto erótico del varón cuenta con otras letras como el punto F, justo debajo del pene, en una franja estrecha de piel llamada frenillo, que posee una extraordinaria sensibilidad. La postura del “perrito” o la del misionero logran la máxima fricción, aparte del sexo oral.
El punto O, está en el coxis, —en la base de la columna vertebral— y losseguidores del tantra dicen que frotarlo despierta la libido.
Autonomía erótica
No tiene que ver con tener una relación sexualmente abierta. Una última característica masculina a tener en cuenta, sobre todo si se quiere que la relación perdure, es respetar las zonas de autonomía erótica que los dos sexos deberían tener, y que sobre todo, demanda el hombre.
La masturbación, la visión de pornografía, a solas, no significa que un menosprecio a la pareja, sino que significa un respeto a la autonomía erótica.
No solo eso: a ellos les excita bastante ver a las mujeres cuando están con ellas mismas.



