Embarazo policial: perder el trabajo por tener un hijo

Las oficiales no pueden manipular armas durante el embarazo y quedan en desventaja de sus compañeros varones.

Embarazo policial: perder el trabajo por tener un hijo

Por:Ana Paula Negri
Periodista

El embarazo está definido por la Organización Mundial de la Salud como "un proceso fisiológico que ocurre desde la implantación del huevo fecundado y termina cuando ocurre el parto" pero al parecer para las autoridades de seguridad de la provincia es una enfermedad.

Las mujeres policías con riesgo de aborto también pueden perder su trabajo.

Si bien las mujeres policías están dentro del personal del Estado y por lo tanto están bajo la Ley 6722 que en su artículo 223 contempla las licencias por maternidad -135 días, 45 antes del parto y 90 después de tener al bebé-, el periodo de gestación no está contemplado. Cuando la mujer se queda embarazada, ni bien se constata el embarazo, pasa a tareas administrativas sin arma reglamentaria ni uniforme.

Como esta ley contempla la maternidad, pero no los meses de gestación, pone en riesgo la estabilidad laboral de las oficiales en ejercicio.  Esto es así porque según el artículo 153 de la misma ley, los oficiales pueden acceder a dos años o 731 días de licencia por enfermedad, incluidas las complicaciones por embarazo. Si pasaran por dos embarazos complicados más las enfermedades que cualquier persona puede sufrir es probable que agoten este tiempo.

Las mujeres quedan en desventaja frente a sus compañeros varones.

Cabe mencionar que tampoco pueden acceder a cargos de mayor jerarquía ya que no pueden realizar las prácticas de tiro.

Cuando se completa este periodo, la ley prevé la baja y se comienza a tramitar casi automáticamente. Supuestamente, según explicó la abogada especializada en violencia de género, Carolina Jacky, al Post el caso debería pasar por junta médica antes de tramitar la baja pero "como es de esperarse ningún médico actúa con criterio a favor de las empleadas, muy por el contrario".

Lo peor de todo es que cuando el médico le otorga la licencia a una embarazada por riesgos en el embarazo no hay posibilidades que haga una tarea policial "sedentaria o administrativa" porque necesita reposo para conservar la vida del bebé: "No hay salida alguna, tiene que tomarse los días de licencia", agregó.

Cuando quedan embarazadas se las envía a realizar tareas administrativas.

Otro aspecto interesante a resaltar es que, según sostiene la letrada, el área de Sanidad Policial dispone que las mujeres policías no pueden utilizar armas durante sus embarazos por dos motivos principales: pueden dañar al bebé que llevan en el vientre al manipularlas y que los desequilibrios hormonales que provoca este estado pueden influir en las decisiones que tomen al tenerlas en la mano.

Una oficial inspector -que no quiso dar su nombre- habló con este medio sobre el tema y aseguró que es correcto que el Estado custodie el arma de la mujer policía durante el embarazo y su licencia por maternidad ya que puede ser robada o perdida, pero que una mujer a la que no se le devuelve el arma luego de pasar por esta condición es considerada "loca" con todo lo que esa condición significa social y laboralmente.

Ellas están dentro de la fuerza hace 30 años y la ley no contempla los embarazos.

Además, según explicó Jacky, las mujeres dentro de la fuerza que deciden realizar la cirugía de ligadura de trompas deben hacerlo en sus vacaciones o presentar certificados médicos que acrediten otros motivos médicos para faltar al trabajo ya que se considera que los trastornos hormonales que provoca esa intervención no le permitirán manipular un arma nunca más.

Por último, la abogada agregó que es moneda corriente dentro de la fuerza que se las obligue a devolver las horas de lactancia y a realizar tareas de limpieza cuando sus compañeros varones hacen actividades de recreación como partidos de fútbol.

Acceder a mayores jerarquías es más difícil para ellas.

Como antecedente, la actual ministra de Salud, Claudia Najul, trabajó en un proyecto de ley para modificar la reglamentación que rige los embarazos de las uniformadas mientras ejercía como Senadora provincial pero la propuesta no trascendió.

El Post accedió a este documento que sostenía devolver los días computados como enfermedad cuando correspondan a días de reposo durante el embarazo por amenaza de aborto. Y entre sus más destacados argumentos se puede mencionar que las mujeres ingresaron a la fuerza hace unos 30 años y que la legislación laboral solo contempla las condiciones de salud de los varones, por lo que una nueva norma sería la manera de reflejar la inclusión de las mujeres a la fuerza.