El significado de utilizar capucha en los piquetes

El manifestante con el rostro tapado y el palo en la mano, una imagen cada vez más frecuente.

El significado de utilizar capucha en los piquetes

Por: Mendoza Post

El pasado 6 de abril, en medio del paro nacional convocado por la CGT, se produjo un verdadero enfrentamiento entre los efectivos de Gendarmería y militantes de partidos de izquierda, que habían cortado la autopista Panamericana, en la localidad bonaerense de El Talar, dejando un saldo de seis detenidos y cuatro heridos.

El choque incluyó piedrazos y palazos por parte de los manifestantes y carros hidrantes y gases lacrimógenos por parte de los efectivos de Gendarmería. Se hizo presente la imagen del militante encapuchado y armado con un palo, símbolo de la protesta callejera que se hizo popular luego del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, en 2002.

Quienes recurren al pañuelo durante las marchas, explican que cumple un doble propósito. Al taparse el rostro del pañuelo, se protegen de los efectos del gas lacrimógeno al que suelen recurrir las fuerzas de seguridad. También evita la identificación del militante en el caso de que alguien filme el enfrentamiento.

Militantes de grupos de izquierda, preparados para enfrentarse a la policía. 

Sin embargo, hay un tercer motivo, y es que es parte del “folklore” del piquete. Algunas organizaciones hicieron del rostro tapado un símbolo, como Quebracho, si bien aclaran que no es una directiva vertical.

“Taparse la cara es una medida defensiva necesaria frente a gases o filmaciones infiltradas. En otros casos, es parte de la mística de las agrupaciones de desocupados que tienen derecho a hacerlo como una cuestión estética”, dijo María del Carmen Verdú, militante de Poder Popular, corriente de izquierda.

Los enfrentamientos del 6 de abril dejaron un saldo de seis detenidos y cuatro heridos.

Actualmente no existe ninguna ley que impida cubrirse el rostro o llevar un palo, si bien es ilegal cortar la vía pública. Pero en el contexto de una protesta, esto puede considerarse como una intimidación. Un juez puede actuar de oficio en este caso, y emitir la orden de desalojo. Además, la policía puede decidir aplicar el “protocolo antipiquetes”, si bien la mayoría de las veces las fuerzas policiales esperan el aval judicial antes de actuar.