Operación “tetra”: El vino que el gobierno trata de vender como sea

El gobierno se apresta a vender 7,5 millones de litros de vino acumulado de operativos de rescate. Intensa pelea. Qué pasa con las importaciones de vino chileno.

Operación “tetra”: El vino que el gobierno trata de vender como sea

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

En el mundo del vino, la aritmética no tiene lugar. Sí, la contabilidad creativa. Y la lógica. Entonces, de repente el “sobre stock” de vinos blancos impresentables desaparece y se transforma en tinto. Se paga por la uva -la poca que hay- un precio enorme, al que no podrán vender siquiera el vino, y varios atrevidos de la industria han llegado a “robar” camiones enteros cargados de uva con la chequera en la mano, en las tranqueras mismas de las fincas. Es sencillo: Cuando un productor está cargando los quintales comprometidos a alguna bodega, llega alguien más con el cheque en blanco y ofrece mejores condiciones, o más precio. Y el que acordó primero luego debe andar buscando los “bines” por todos lados. Piratería vitícola siglo XXI.

Pero, la estrella de esta temporada ha sido la importación de vinos con su consecuente “colmo” local: ver en las góndolas vinos “mendocinos”, más menducos que la sopaipilla con arrope o que la Fiesta de la Vendimia, elaborados con vinos importados de Chile. Compran a 11 pesos el vino que aquí pagarían 14. Ese es el “promedio” de acuerdo a las fuentes.

Al mismo tiempo, en el mercado de los Premium, hay elaboradores pagando hasta 30 pesos el kilo de uvas tintas de primera calidad, simplemente porque no hay. Gente va a perder plata al exportar sus vinos. Esos precios no se pueden trasladar al exterior.

Ahora importan hasta varietales.

En medio de este mercado convulsionado, en el que los productores han vendido toda la uva y no hay vid ni vino que alcancen aun en un mercado declinante, el gobierno intentará vender esta semana 7,5 millones de litros de vino de las cosechas 2014 y 2015, que están en poder de Mendoza Fiduciaria. ¿De dónde salió ese vino? En medio de la crisis del sobrestock de esos años, cuando se hablaba de hasta 1.000 millones de litros de exceso, el gobierno salió a hacer operativos de compra, a dos pesos por litro, para que no explotase la provincia, literalmente. Los hizo Francisco Pérez, y los continuó Cornejo en los primeros meses de gestión. Fue la época en que durante la previa de la Vendimia 2015, Cristina les reclamó airadamente en una oficina a los actores del vino local, al gobernador de entonces y a sus funcionarios… “¿Cuánta ensalada vamos a tener que comernos los argentinos?”. Fue porque alguien le dijo que ese sobre stock de vino blanco era poco menos que invendible. Y que sólo serviría para vinagre.

Con el tiempo, parte de ese vino se vendió, se transformó mágicamente en tinto, o lo que fuere. Al operativo de “rescate” a través de Mendoza Fiduciaria se presentaron sólo los propietarios de 7,5 millones de litros. Nada, en términos del tamaño del problema. Pero se trata de una buena cantidad si se considera que la cosecha actual es mala, aunque levemente mejor que el año pasado, y que queda muy poco vino dando vueltas por allí.

El operativo de venta puso otra discusión sobre la mesa y en grupos de WhatsApp de productores, políticos y empresarios. ¿Por qué un buen número de bodegas locales importaron vino, cuando podían comprar el que guardaba el gobierno? Múltiples respuestas. Quienes fueron a comprar a Chile, buscaron tinto. Y el vino de Mendoza Fiduciaria, es en su mayoría, blanco. Hay sólo 154.000 litros de tinto en ese paquete a la venta. Y las bodegas importaron casi 38 millones de litros desde el año pasado hasta el 17 de marzo, según cifras del INV. Casi todo tinto, aunque algunos con algún problemita. A Peñaflor le inmovilizaron 60.080 litros de vino importado de Chile, porque misteriosamente llegó a Mendoza con cuatro décimas de alcohol más, que la medición en origen. “No es grave, porque estaba superado largamente el mínimo requerido” dijo una fuente del INV. “Ese vino vuelve a Chile tal como llegó. Ni lo abrimos. Puede incluso que sea una mala medición en origen…” dijo una fuente del grupo. “De todos modos, es casi nada en comparación con lo que importamos” dijo el informante. Tiene razón. El Grupo Peñaflor importó poco más de 20 millones de litros del total de 38 millones, sumando todos los permisos de importación. Más del doble que Baggio (9,4 millones) y Fecovita (8,4 millones). “Los que importan, tienen el problema que en Chile hay normas más flexibles que en la Argentina, con el uso de agua, de alcoholes, y de colorantes” dijo uno de los conocedores de la industria.

Uvita mendocino, pero con vino chileno.

El vino importado de Chile y el stock de venta del gobierno son asuntos distintos, por más que hubo quienes intentaron relacionarlo. Igualmente, es interesante saber lo que ocurre.

El vino “oficial”

En el mercado circularon muchas dudas sobre el estado actual del vino blanco 2014 que compró Mendoza Fiduciaria para salvar a los productores, más o menos el modelo de las épocas de dispendio de Giol. A meterle, que el gobierno compra. Aunque algunos bodegueros consultados, y funcionarios dijeron que está “bueno”. Es decir, aunque sea un vino blanco corriente, muy probablemente de mala calidad, cumpliría con las normas vínicas del INV.

Ese vino podría ser vendido esta semana luego de dos licitaciones fallidas. La primera fue desierta. En la segunda se presentó Sul Mineira, del Este, los reyes del vino común, y no les aceptaron los avales para el pago. Esa oferta que hizo José Bartolucci, dueño de Sul Mineira, era de cuatro pesos por litro. Y fue rechazada. En el gobierno explican que podían conseguirse ofertas mejores y que de todos modos los avales no eran buenos.

El vino de Mendoza Fiduciaria, el lote de 7,5 millones de litros, está repartido en bodegas que necesitan desocupar vasijas para el vino nuevo. En la bodega María Auxiliadora hay 3.210.367 litros. En Familia Ghilino hay 2.115.035 litros. Los otros 2,3 millones de litros están repartidos en unas 20 bodegas de San Martín y Rivadavia. Y ya hay apuro por vender. Según fuentes de Mendoza Fiduciaria, hay dos interesados en comprar, que están pulseando por la oferta. Hubo una ronda la semana pasada, y el gobierno pidió una mejora de precio que se concretaría este martes, pero que sería inferior a los 6 a 8 pesos por litro que se paga a los productores por ese vino. Desde hace semanas, en el Este se dice que ya se sabe quién sería el adjudicatario del lote. Por supuesto, en el gobierno dicen que será la mejor oferta la que se quede con ese vino. “Con un poco de tintoreras… con esos millones de vino blanco pueden elaborar y exportar, incluso, vinos tintos de mala calidad en ‘tetra’” especuló una fuente del mercado.

Conclusión

Poca producción, escasa uva de buena calidad, precios por las nubes para que la mayoría “cambie la plata” en la venta, porque los precios no se pueden trasladar al consumidor, y una perspectiva de importación de vinos de más de 50 millones de litros, de Chile.

Los productores de uva están descorchando. Pan para hoy, hambre para dentro de cinco minutos. Cuando las cosechas mejoren, los bodegueros volverán a pagarles lo menos que puedan, con cheques a largo plazo. Hoy, algunos están cobrando por adelantado y en efectivo. Pocas veces visto.

Los elaboradores medianos, de vinos de buena calidad a sesenta dólares la caja, están sufriendo porque pagan fortunas. No hay lugar en el mundo donde el kilo de uva cueste dos dólares, ni siquiera en los viñedos más exclusivos de Francia. Pero sí ocurre en Mendoza, milagros de la mala cosecha y el tipo de cambio atrasado.

Y por otro lado, el gobierno lograría sacarse de encima el “clavo” que compró en 2014 y 2015, época de sobre stock y tractorazos; en la “operación tetra” más grande del año. Se ve que hasta para ese vino hay mercado. Alguien, se lo irá a tomar.