La mujer oriunda de San Nicolás de los Arroyos recibe mensajes de la Virgen desde 1983.
Quién es Gladys Motta, la argentina que habla con la Virgen
Fue en una noche oscura del 25 de Setiembre de 1983, cuando Gladys Quiroga de Motta, dijo haber visto y oído una imagen extraña pero que según ella, pudo reconocer. En ese momento, muchos le creyeron y muchos otros no. ¿Por qué?
Quienes conocen a Gladys aseguran que es una mujer simple e ignorante. Apenas llegó a cuarto grado primario. Seguramente creyó ver algo sobrenatural, y se asustó. Debe haber una explicación racional".
Pero tres días después, el 28, Gladys volvió a ver la misma imagen. Como tenía temor a que en el pueblo se rieran de ella, sólo se lo contó a su familia y sus vecinas más allegadas.
Lo días siguieron pasando y casi nadie en San Nicolás de los Arroyos hablaba del fenómeno, y algunas pocos empiezan a atesorar esta extraña historia como una curiosidad.
"Se me apareció la Virgen y me pidió una capilla en la ribera del Paraná".
Pero el 7 de octubre, de forma ´subita, Gladys juró que volvió a ver la imagen. Es un fantasma, dijo, y aseguró que tenía la forma de una virgen; también dijo que se animó a preguntarle qué quería... "y recibí la visión de una capilla".
Algunos de los incrédulos empezaron, si no a creer, a sospechar que algo misterioso sucede. Hacia el 12 de octubre, Gladys le contó su experiencia al presbítero Carlos Pérez.
Dos días después la recibió el obispo local, monseñor Antonio Rossi. La escuchó, sí. pero con el margen de la duda activado.
Gladys se empezó a desesperar, a sentir que estaba sola con su secreto. Necesitaba saber quién era esa virgen. El 17 de octubre, después de una búsqueda en todas las iglesias y capillas de la ciudad, llegó a la Catedral de San Nicolás de Bari, en Italia, y en un altillo reconoce a la imagen "con toda claridad".
Se trata de la Santísima Virgen del Rosario, entronizada allí, cuando la catedral era apenas una capilla, en 1884. Un siglo antes. La imagen estaba casi oculta. Le faltaba la mano derecha... y el rosario.
Gladys comprendió que estaba frente a un milagro, pero su inquietud no se calmó y siguió peguntándose por qué y para qué le pasó lo que le pasó.
Y en ese estado de incertidumbre, temor y misticismo, "el 24 de noviembre, un rayo de luz me marcó el lugar del futuro templo, y el 27 me habló: `Quiero ser emplazada en la ribera del Paraná´".
Y los mensajes, según Gladys, no paraban. "El 2 de diciembre me dijo: 'Gladys, debes hacer acuñar una medalla con mi imagen de la advocación María del Rosario, y en el reverso, la Santísima Trinidad con siete estrellas'".
Esas precisiones crearon más dudas y más sospechas y más preguntas en algunos sectores: ¿Es un fraude? ¿Hay un negocio detrás? ¿Quién es el responsable? Pero la bola de nieve sólo había empezado a crecer.
El 25 de mayo del 85 llegó a San Nicolás una multitud de peregrinos. El 13 de junio se imprimieron diez mil pequeños libros con los supuestos mensajes de la virgen a Gladys.
Mensajes simples sobre la fe, las buenas acciones, etcétera. Nada que no haya sido dicho o escrito antes.
El 25 de agosto, el municipio donó a la Iglesia el lugar para levantar el santuario, al que llaman "el campito". El 25 de septiembre, otro mensaje para Gladys: "La virgen me explicó el significado de las siete estrellas: son las siete gracias que su hijo, Jesucristo, concederá a quien la lleve en su pecho", confiesa. Hasta junio de 1987 se imprimen casi dos millones y medio de estampas de la virgen.
Desde ese año, cada 25 de septiembre se despliega un mecanismo incesante: ómnibus repletos de fieles, autos particulares, motos, bicicletas. Una muchedumbre hambrienta y sedienta de fe... y vendedores de comida y bebida que hacen su agosto.
El templo es imponente. Entre la planta baja y los entrepisos alberga hasta 9 mil fieles.
Para los actos exteriores hay terrazas y explanadas. La cúpula mide 24 metros de diámetro.
El libro recopila los... ¡1887 mensajes que, según Gladys, le dejó la virgen! Pero ¿qué dice la Iglesia?
En un decreto firmado el 22 de mayo de 2016, Héctor Cardelli, obispo de San Nicolás, declaró que "las apariciones ocurridas en San Nicolás serían de carácter sobrenatural". Sí,"serían", afirmó: un modo condicional prudente. Y de pronto, la sorpresa.
Según consignó el portal Infobae, hace unas horas, el monseñor Hugo Santiago, el obispo de San Nicolás de los Arroyos, determinó "poner fin, de manera definitiva, a la difusión de los mensajes de la señora Gladys de Motta referidos a la Virgen María en su advocación de María del Rosario de San Nicolás".
Y aclaró: "Luego de consultar a Roma sobre esta posibilidad, el Vaticano me contestó, afirmativamente, que eso era lo más conveniente para la fe mariana".



