Mirá las repercusiones de la acción "sin códigos" de Montenegro

Increíble pero real. Habrá que repasar la frase que "los jugadores son lo más limpio que tiene el fútbol", porque lo que hizo Daniel Montenegro no tiene nombre.

El Rolfi logró, después de muchas polémicas mediáticas de por medio, desvincularse de Independiente pese a la protesta popular. El talentoso volante estaba a punto de quedarse parado todo el semestre hasta que en su horizonte apareció Nueva Chicago. Las negociaciones fueron rápidas y Montenegro acordó todo. Incluso había elegido la dorsal de su camiseta (número 29) y el presidente del Torito anunciaba con alegría la nueva contratación en Twitter:

No obstante, el que no corre vuela. Cuando en Mataderos aguardaban para hacer la presentación oficial, Daniel Montenegro sorprendió a todos y dejó colgado a los dirigentes de Chicago. La información fue súbita e inesperada, y daba un giro contundente: el Rolfi volvería al club que lo vio nacer, Huracán de Parque Patricios.

La noticia fue confirmada con foto incluida por la cuenta oficial del Globo en Twitter:

"Estoy donde quiero estar", aseguró el ex Independiente en su primera (y masiva) conferencia de prensa.

En tanto, en Chicago explotaron de bronca. El técnico del Verdinegro, Omar Labruna, no ocultó su fastidio por la actitud de quien casi fue su dirigido.

Lo cierto es que, finalmente, Montenegro se inclinó por Huracán, que jugará Libertadores y que lo formó como jugador, a costa de plantar a Chicago y quedar mal ante los ojos de los éticos.