Las internas, el estilo de conducción, o la pelea con malos resultados contra la inflación. Lo cierto es que el propio Alfonso Prat Gay se sorprendió con su salida.
Con el correr de las horas, se conocieron detalles respecto de cómo le comunicaron la decisión a Prat Gay, quien al mediodía almorzaba con el presidente Mauricio Macri para conversar sobre la decisión.
Esta mañana, de acuerdo a una versión coincidente publicada por La Nación, Clarín e Infobae, el jefe de Gabinete Marcos Peña se comunicó con Prat Gay. Quería verlo personalmente en la Casa Rosada. El ahora ex ministro -aunque seguirá a cargo hasta el 1 de enero- llegó poco después de las 9:00 de la mañana, y allí Peña le comunicó la noticia: “El presidente quiere que des un paso al costado”. Para Prat Gay fue una sorpresa, ya que su salida del gabinete estaba acordada hacia enero, cuando se iría anunciando resultados del operativo de blanqueo que termina el viernes.
Pero las cosas se precipitaron, sobre todo por el bajo perfil del ministro en las negociaciones con la CGT y la oposición. Y por el tironeo entre un ministro que quería absorber áreas y ganar poder, y un presidente que busca no tener súper ministros. Ahora, la economía nacional estará manejada por muchas personas: El propio Macri, sus nuevos ministros de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne y Luis Caputo, los coordinadores Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, el presidente del Banco Central Federico Sturzenegger, el ministro de Energía José Aranguren, el de producción Francisco Cabrera, y el de Interior Rogelio Frigerio. Cada uno tendrá una porción de la Economía.
Lo cierto es que todos se sorprendieron en el entorno de Prat Gay, empezando por el propio ex ministro.
En su crónica, Clarín cuenta que, a la hora de las explicaciones, Peña le dijo que El presidente sintió un desgaste en la relación, hay diferencias en la manera en cómo él cree que se encara un trabajo en equipo".
El diario La Nación coincide en las versiones, y pone foco en la repercusión del mundo de los negocios. “Entre los empresarios siguen de cerca la jugada. Se refieren a la figura de "Frankenstein económico" a la que hace ya varios meses hacen referencia al describir la fórmula de gestión. "Entendemos que la idea es no tener un superministro de economía o un «padre de la criatura», como hubo en la década del 90, pero la atomización de las responsabilidades complica la concentración de los resultados una y otra vez". Así de concreto y a la vez irónico resumió uno de los principales CEOs argentinos la coyuntura local. Lo hizo en el marco de un almuerzo en el que otro directivo tan crítico del kirchnerismo como del gobierno actual sumó una declaración que empiezan a repetir los hombres de negocios: "La idea del Presidente de ser el último decisor económico lo expone a él. Más, con la experiencia argentina, donde los líderes económicos son los primeros en cambiar"- dice el diario porteño.
Durante la mañana, se produjeron además las renuncias de funcionarios ligados a Prat Gay.



