Por qué los funcionarios de Macri están preocupados (y asustados)

Por qué los funcionarios de Macri están preocupados (y asustados)

Por:Christian Sanz
Secretario Gral. de Redacción (click en autor)

Sus ministros están preocupados, no saben qué quiere Mauricio Macri; tampoco conocen qué hay exactamente en su cabeza. ¿Cuáles son sus planes a mediano y largo plazo? ¿Qué camino está transitando?

Son solo algunas de las preguntas que se hacen y no se animan a hacerle al presidente de la Nación. A esos interrogantes se suma uno aún más inquietante: ¿Qué espera de ellos?

No solo los ministros, también es la preocupación de no pocos funcionarios de segunda y tercera línea.

Los funcionarios de Macri, con sonrisa forzada

Es un malestar que se evidencia más en los silencios de los funcionarios que en sus palabras. Más aún, es justamente lo que explica parte del mutismo oficial. ¿Qué podrían mencionar si luego el propio Macri saldría con alguno de sus comentarios a refutar sus dichos?

En momentos en los cuales la economía no repunta —más bien todo lo contrario— y las inversiones parecen no querer desembarcar en el país, la incomodidad de los funcionarios se torna una suerte de ancla que empeora todavía más las cosas.

A lo antedicho debe sumarse la loca idea de Macri de convocar a un retiro espiritual para el próximo jueves 1º de diciembre en la localidad bonaerense de Chapadmalal. Se trata de un evento que durará casi dos días. ¿Es necesario algo así en momentos como los que vive el país? ¿Qué mensaje da el presidente a la ciudadanía con semejante gesto?

Macri es imposible de descifrar, es todo un misterio en sí mismo. Los que tienen acceso directo a él están contados con los dedos de una mano. De más está decir que ninguno de sus ministros aparece en esa nómina. Al contrario, el mandatario está bien disconforme con su gestión y ellos lo saben.

¿Le preocupa a Macri la coyuntura? ¿Lo inquieta el devenir económico? Imposible saberlo, porque jamás lo dice el jefe de Estado.

Esta semana, por caso, siguió la marcha de los movimientos sociales a través del enorme televisor que ostenta en la Quinta de Olivos, sin hacer comentario alguno. ¿Qué le pareció el reclamo? Nadie lo sabe... o, mejor dicho, unos pocos. Ninguno de ellos es funcionario.

Es duro, pero hay quienes empiezan a comparar al presidente con Fernando De la Rúa. Macri está lejos de esa postal, ciertamente, pero... ¿es necesario explicar que las caricaturas siempre son exageradas en algún punto?

No obstante, la metáfora es alarmante, ya que se suma a las voces que empiezan a plantear similitudes con lo ocurrido a fines de 2001.

Uno de los agoreros es Eduardo Duhalde, a quien siempre se lo vinculó con la caída de De la Rúa de la mano de puntuales referentes del peronismo más rancio y un puñado de sindicalistas que aún hoy tienen gravitación política.

“Esto puede ser un que se vayan todos, como en 2001”, dijo Duhalde, sin desconocer que sus palabras jamás pasarían desapercibidas.

Antes que él, tres referentes de movimientos sociales anticiparon que habría desmanes en diciembre. Se trata de los titulares del Movimiento Evita, la CCC y la CTA: Emilio Pérsico, Juan Carlos Alderete y Pablo Micheli, respectivamente.

Con cruda irresponsabilidad, uno tras otro echaron nafta al fuego.

Como sea, preocupa que frente a esos comentarios Macri persista en su misterioso silencio. ¿No amerita decir algo, llevar tranquilidad a la ciudadanía? 

Es solo una pregunta, ya que tal vez el presidente prefiera hacer caso a esa máxima que hizo célebre Augusto Roa Bastos: "Nada enaltece tanto la autoridad como el silencio."