El terrible mito acerca del edulcorante

El aspartamo es el edulcorante más utilizado en la industria alimenticia y está presente en el 60% de los alimentos. Desde la primera utilización ha despertado polémicas en torno a su supuesta peligrosidad.

El terrible mito acerca del edulcorante

El aspartamo fue descubierto en 1965 por James M. Schlatter. Estaba trabajando sobre una droga contra las úlceras, y derramó por accidente algo de aspartamo sobre su mano. Cuando se lamió el dedo, se dio cuenta de que tenía un sabor dulce

A principios de los años 90, fue aprobado en la Unión Europea para el consumo humano y su utilización en alimentos. Sin embargo pronto comenzaron a circular rumores acerca de una supuesta peligrosidad para la salud.

Los males atribuidos al aspartamo incluían desde daños cerebrales, epilepsia y daños en el hígado hasta infertilidad y cáncer. Sin embargo, las investigaciones realizadas por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) nunca pudieron establecer una relación directa entre el uso de aspartamo y los efectos que supuestamente causaba.

Así quedó demostrado que las dosis en las que se comercializa este edulcorante, el conocido como aditivo E-951, son inocuas para la salud.

Lo que más alarmaba del aspartamo eran los productos que generaba en el organismo tras su metabolismo: ácido aspártico, metanol y fenilalanina. Tras el estudio se ha comprobado que las cantidades de estas sustancias que se liberan en el organismo tras su ingesta resultan inofensivas, de hecho, también están presentes en otros alimentos que se consumen con frecuencia, como las frutas y verduras.

El aspartamo es un polvo blanco, cristalino, sin olor, que se deriva de dos aminoácidos. Y es de 150 a 200 veces más dulce que el azúcar. 

La cantidad diaria recomendada es de 50 miligramos por kilo de peso, y según la EFSA los fabricantes de productos que lo contienen, como las gaseosas, chicles y yogures light, entre otros, cumplen con estas medidas, por lo que no hay motivo para ninguna alarma.  

El producto es común en Europa