Cuando el maestro falta, el alumno tiene ausente

“Fui a ver el registro de asistencias de mi hijo y me encontré con un montón de faltas, pero después me dijeron que cuando la maestra falta, le ponen la inasistencia a los chicos también”, rezongó una mamá, sin entender bien por qué su hijo debía cargar con las faltas del docente.

Las inasistencias en la escuela primaria no son iguales que en la secundaria ya que los niños no quedan “libres” como en la escuela media. Sin embargo, el control de asistencia se hace porque “Legalmente es el único comprobante que tenemos de defendernos por si al chico le pasa algo”, explicó Patricia Charamonte, directora de educación Primaria de la DGE.

Cuando habla de “defendernos” hace referencia a los docentes y directivos, pero también a los padres: “si a un chico le pasó algo en la escuela, tuvo un accidente y se lastimó, lo primero que pide el seguro escolar es el registro de asistencia, entonces dicen si lo van a cubrir o no”, explicó.

“Es necesario entender que el libro de asistencias es de los niños, no de los docentes, y si el niño fue retirado o directamente no ingresó a la escuela, se le debe poner la inasistencia para que quede asentado que no estuvo en la escuela”, justificó.

“Sin embargo, si el alumno se quedó, (como es su derecho ya que la escuela debe recibirlo y darle clases), entonces sí se le debe tomar la asistencia y asentar que sí estuvo en la escuela”, indicó la funcionaria.

De todos modos esas inasistencias no se trasladan a la libreta de calificaciones.

"La maestra no vino" 

Lo que sucede es que, en la práctica, los padres se enteran de que el docente del grado faltó una vez que están en la escuela, porque está prohibido avisar con anticipación cuando un docente no asiste.

Es decir, no se puede avisar ni por whatsapp ni por mail ni por el cuaderno de comunicaciones. La DGE lo prohíbe “porque se especula, la docente puede sentirse mejor y volver al aula, no se puede instar a que los padres no lleven a los niños a la escuela”.

“Sí corresponde cuando es algo que se conoce con anticipación, como las jornadas o una capacitación de la docente, o en el caso de que se enferme y falte varios días, se debe avisar con anticipación para que los padres organicen, por ejemplo, con el transporte.

Por otro lado, como la ley establece que los chicos tienen que tener 180 días de clase, la escuela debe asegurarle al chico esos días de experiencia educativa vaya o no la docente a cargo: por eso, si los padres deciden dejarlo, alguien del equipo directivo debe hacerse cargo del aula, o los niños pueden repartirse en los grados iguales o inmediatamente superiores pero deben tener clase.

En la realidad esto no sucede y, muchas veces, cuando quedan uno o dos alumnos, los sientan en la dirección sin darles nada para hacer. “Los docentes tienen que dejar un vademécum con las tareas que les pueden dar a los chicos para que quien sea que se haga cargo de esos alumnos sepan más o menos qué contenidos están viendo”, advirtió Charamonte.

Por eso, es importante que los padres verifiquen las inasistencias, y se aseguren de que, aunque no esté el docente, los chicos hayan ido a la escuela a aprender y no a sentarse en la dirección.