"Ningún chico tiene que pedir permiso para ir al baño"

Un papá escribió en un grupo de Facebook, preguntando cómo debía actuar porque su hijo había sufrido un terrible momento en la escuela y fue motivo para que todos sus compañeros se burlaran. 

El chico, de 9 años, se hizo caca encima porque la maestra no le permitió ir al baño.

Al instante, más allá de responder la pregunta del padre, los comentarios se dividieron entre aquellos que acusaban a la docente (incluso varios de ellos instando al hombre a “cagarla a trompadas”a la docente) y los maestros que trataron de explicar por qué la señorita actuó de ese modo.

El argumento de los docentes es que ellos son responsables de lo que le sucede al niño si está fuera del aula. Por eso, muchas veces no les permiten a los chicos salir del grado y les piden que se aguanten.

¿Prohibición o prevención?

Mendoza Post consultó a distintos maestros de diversas escuelas preguntando por la normativa que regula estas situaciones (cuando el alumno necesita salir del aula). Las opiniones variaban desde que hay “circulares” que prohíben que el maestro deje salir al alumno, hasta que “es una responsabilidad que está impuesta por el Código Civil”.

Sin embargo, desde la DGE, la Inspectora General Raquel Cortés, aclaró que “de ninguna manera hay una prohibición ni para los alumnos ni para que un docente permita que un alumno vaya al baño”.

Explicó que todas las escuelas organizan sus protocolos para establecer las responsabilidades y organizarse para cuando el maestro necesita ayuda. “Ellos saben que hay niños chiquitos que tienen necesidades que a lo mejor no se ajustan a los horarios de la escuela. Si un niño le dice que tiene que ir al baño la maestra organiza para que alguien se quede en el aula en el caso de que deba acompañarlo porque el baño es lejos”, insistió.

En esta línea, a pesar de que los docentes argumentaron que la maestra es la única responsable de los alumnos, la Inspectora negó el dato y dijo que “puede llamar a cualquiera, puede pedirle a la celadora o a otra maestra o a cualquier directivo. Muchas veces se le pide ayuda a algún maestro de clases especiales como música o plástica que acompañe al niño o que se quede en el grado”.

Pero además de las responsabilidades, Cortés subrayó que “nadie tiene que pedir permiso para ir al baño, sí hay que enseñarles a los chicos a que avisen a la maestra que van a salir unos minutos, por una cuestiòn de respeto, pero nadie puede permitir o no una necesidad del cuerpo”.

Del mismo modo, la inspectora negó que hubiera una prohibición de cambiar a los niños pequeños en el pre escolar porque, según dicen las maestras “no los puede tocar”.

Que los chicos se ensucien en las salas de 4 y 5 años es algo común, pero también lo son las quejas de las madres que tuvieron que acudir al jardín a cambiar a sus hijos porque las docentes aseguran que no pueden hacerlo.

“La prohibición no existe. Si usted es maestra jardinera y el chico se ensució lo atiende. Las maestras jardineras siempre hemos tenido una muda de ropa y al niño se lo acompaña o se lo manda con un celador. Es verdad que tratamos de que se vista solo porque el chico tiene que aprender, pero lo ayudamos, no todos aprenden al mismo ritmo”.

Finalmente, la inspectora sí señaló que nota más miedo en los mestros con “esta industria del juicio por acoso y estas acusaciones a los docentes por cosas que antes eran tan naturales” (como cambiar de ropa al niño de jardín). Sin embargo, resaltó que “el miedo no sirve, tenemos que pensar formas de hacer ver estas situaciones que se generan para encontrar la mejor solución”.

En tanto entre docentes y autoridades definen cómo afrontar estas situaciones, hay un chico que no quiere volver al colegio porque sabe que sus compañeros no van a olvidarse fácilmente del que se hizo encima. 

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