Hay opciones más sanas y baratas para salir del apuro. Te las mostramos.
Ante el faltante, así se puede reemplazar la manteca
No es un secreto que en algunos supermercados mendocinos escasea la manteca en las góndolas, principalmente las segundas marcas de 200 gramos, mientras que, por el contrario, la margarina abunda.
Según explicaron desde la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), la falta de este producto sería estacional y por la baja en la producción.
Para hacer frente a esta falta de este alimento casi indispensable en toda cocina, desde el Post hablamos con la Licenciada en Nutrición Isabel Gatás, quien brindó unos tips para reemplazar la manteca en las comidas sin morir en el intento ni perder una gota de sabor.
"En realidad la manteca se puede reemplazar, pero depende de en que preparación se va a utilizar. Por ejemplo, para un bizcochuelo se puede usar aceite de girasol y para fideos al pesto se puede optar por aceite de oliva", detalló Gatás.
Aceite si, margarina no
Contrariamente a lo que la mayoría de las personas pueda pensar, el sustituto "obvio" de la manteca no es la margarina. Todo lo contrario: no se recomienda su consumo.
Para Gatás, "la manteca no es reemplazable con margarina que, si bien viene del aceite, tiene grasas trans (saturadas) que aumentan el colesterol y los triglicéridos. No es recomendable su consumo".
Lo cierto es que en el desayuno la manteca para las tostadas puede ser reemplazada con mermelada, queso crema o dulce de leche. Pero la complicación surge a la hora de preparar una masa para una torta o pastas.
Para ello, la mejor opción es el uso de aceite denominado "de una sola semilla" (girasol, maíz, soja, etc.) en lugar de un pan de margarina. En este sentido, Gatás desestima totalmente el uso del aceite mezcla.
¿Y los fritos?
Ahora bien, muchas comidas requieren que uno de sus ingredientes sea freído en manteca para realzar su sabor, por ejemplo las cebollitas de verdeo. O bien, por tradición hay algunso que se cocinan en este producto, como las omelette.
Para esto también hay solución y es muy sencilla y sana: "En la nueva cocina se evitan estos fritos y se opta por cocinar solo con el líquido propio de los alimentos. Una vez cocinado se puede agregar un chorrito de cualquier aceite", informó Gatás.
Aunque parezca raro, cocinar los alimentos en su propio jugo trae muchos beneficios para la salud, sobre todo, en evitar la suba del colesterol "malo", todo casi sin pérdida de sabor.
"Yo cocino el relleno de las empanadas todo junto, cebolla y carne molida sin una gota de aceite. La carne aporta su grasitud natural y eso ayuda a evitar que no quede `pesado´", concluyó la Nutricionista.



