En Mendoza podés comprar un arma por Facebook o en una esquina

Testimonios de personas que consiguieron armas o municiones. Una pelea perdida.

En Mendoza podés comprar un arma por Facebook o en una esquina

Por:Ana Montes de Oca
Periodista

“¿Cómo escondés un elefante en la Peatonal? Llenando la Peatonal de elefantes”.

Esta parece ser la premisa de quienes venden armas ilegales en la provincia. A plena luz, a la vista de todos, en un café, en una esquina y hasta en grupos de Facebook, podés comprar un arma sin papeles.

Fernando fue asaltado el año pasado mientras iba en su camioneta con el dinero para pagar a los empleados de su negocio. “Volví a casa hecho pelota, nunca había tenido tanto miedo ni me había sentido tan desprotegido. Mi mujer entonces me comentó que había visto en un grupo de Internet, de venta de cosas usadas, un anuncio de alguien que vendía un revólver. La verdad que en ese momento no me cuestioné nada: me metí en el grupo, me contacté con esa persona por mensaje privado y después de tres días tenía mi arma en la guantera”. Así de fácil. Por Facebook.

En Mendoza, se calcula que hay cerca de 72.000 armas legales y por lo menos otras 36.000 ilegales. La cifra corresponde a una proyección nacional, proporcional además a la población.

Armas ilegales secuestradas luego de un allanamiento en Las Heras.

 Cada dos armas legales hay una ilegal. Claro que es mucho más sencillo conseguir una sin papeles.

Desde hace tiempo que esta red social es utilizada en casi todo el país para la compra y venta de artículos usados. Así empezaron las famosas “ferias” que publican en estos grupos la mercadería que tienen para vender o trocar y luego se acuerda el lugar de entrega, que suele ser alguna plaza o paseo público de la ciudad.

Así funciona con la ropa, los zapatos, algún electrodoméstico o una pistola.

Algunos de estos grupos ya han tenido que colocar en su bienvenida la advertencia de que no se permiten las ventas ilegales: ni medicamentos, ni armas de fuego, ni netbooks del gobierno.

Basta con poner en el buscador de Facebook “compra y venta de armas” que encontrará un sinfín de páginas de todas partes del mundo, donde los usuarios con nombre, apellido y hasta foto publican pistolas, revólveres, municiones, y en los comentarios cada tanto se puede leer “no tiene papeles”.

La mayoría de estas páginas son de México, pero algunos grupos aclaran que también operan en Chile y en Argentina.

Martín Appiolaza es mendocino, pertenece al Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia y ha asesorado a numerosos gobiernos. “Hay que focalizar en las regiones y poblaciones que usan armas, concientizar a las personas en el uso de las armas, ayudarlos a que asuman la responsabilidad, e identificar y trabajar con los grupos que usan armas. No todos son iguales, no todos tienen el mismo grado de violencia ni todos son violentos. Lo que es seguro, es que con la publicidad en contra del uso de armas no alcanza” dijo Appiolaza, consultado por el Post.

David y Goliat

Aldo Chesi es el armero más conocido de Mendoza y está cada vez más resignado frente al tráfico ilegal: “Nosotros estamos muertos con esta competencia. Antes era la Yaqui (Vargas, presunta líder de una banda narco mendocina, que está presa, imputada por su participación en un homicidio), pero ahora los traficantes se han modernizado y venden por Internet como si nada”.

El armero agrega que el Registro Nacional de Armas sólo se ocupa de la venta legal. “Comprar un arma legalmente es dificilísimo y además carísimo”. En este sentido, explicó que cuesta 1850 pesos sólo sacar el carnet, sumado a una serie de trámites que llevan tiempo y esperar un mínimo de 60 días para que le entreguen el dispositivo.

Chesi dispara un arma idéntica a la que mató a Nisman.

“Pero además, cuando una persona solicita el permiso, el RENAR publica un edicto en los diarios, durante 60 días, creo, donde figura que usted, Fulano de Tal, quiere comprar y llamando a quien tenga una razón para que usted no esté armado, a que de sus explicaciones. Esto va contra toda ética y, sobre todo, contra la seguridad de la persona, porque después van los chorros a querer robarle el arma”, enfatizó Chesi.

Añadió que en el país no hay un solo caso registrado de un hecho delictivo cometido con un arma debidamente registrada. Entonces, ¿de dónde salieron las que se trafican ilegalmente?

Según el armero, el 99% corresponde al saldo de armas que nunca se encontraron luego de que en noviembre de 2001 robaran de un depósito judicial, una cantidad de armas que varía entre las 1000 y las 3000, según la fuente sea oficial o no. “Conozco un grupo de personas que le compraron una pistola a un limpiavidrios acá en pleno centro, y luego la entregaron para que sea peritada y resultó ser una de las que se recuperó de aquel robo y que supuestamente había sido destruida”, graficó Chesi.

“A la armería viene gente que me pregunta cuánto sale esta pistola, le digo siete mil pesos y me contesta que en Campo Papa vale la mitad. Y se van a comprar allá, y ¿qué vas a hacer? Si denunciás, aparecés al otro día como Nisman”.

La causa judicial por el robo al depósito se cerró el 31 de diciembre de 2009 “ante la imposibilidad de continuar con el sumario administrativo”, según la resolución de la Suprema Corte de Justicia.

“Les puse las balas en la mesa”

Osvaldo “El Oso” Quiroga se hizo tristemente famoso por encabezar una lucha inocua contra la inseguridad en Mendoza, luego de que su hijo Matías, de 21 años, fuera asesinado de tres tiros en un intento de asalto a un camión blindado.

El Oso organizó marchas multitudinarias y logró con tanto ruido que lo reciban algunos funcionarios, e incluso hizo que la Comisión Bicameral de Seguridad de la Legislatura trabajara al menos una vez por semana, en reuniones con funcionarios de diversos ministerios. De aquel crimen salió también la “Ley Petri” que intenta limitar salidas transitorias de los presos.

Otro secuestro de armas.

En una de estas tantas reuniones, Osvaldo le preguntó a Gustavo Caram, funcionario del Ministerio de Seguridad, si sabía lo fácil que era comprar munición subcalibrada (son balas que se utilizan, por ejemplo, en un fusil, pero cuyo proyectil corresponde a un calibre menor, lo que hace que sea imposible detectar el arma de la que salió el disparo).

Frente a la negativa del funcionario, Quiroga sacó del bolsillo un puñado de estas balas. Se quedaron sin palabras.

“Conseguirlas fue de lo más fácil. Yo tenía un conocido que tenía contactos con gente de La Yaqui, así que nos juntamos un día en un café y el tipo, literalmente, peló catálogo. Tenía armas largas, cortas, nuevas, usadas, con munición, sin munición, chalecos, granadas, radios con escáner para rastrear a la policía, ametralladoras PAM, Halcón, todo lo que se imagine”. Relató Quiroga.

Así es que le pidieron un par de artículos y, entre ellos, munición subcalibrada 762, las obtuvo un tiempo después y fue a la Bicameral a ponerles las balas en la mesa a todos.

En esa reunión, según recuerda Quiroga, estaban presentes: Raúl Vicchi, representante de la Suprema Corte, Teresa Day, representante del Ministerio Fiscal, Emilio Caram, subsecretario de Seguridad del Ministerio de Seguridad, Mariana Herrero, directora de la Inspección General de Seguridad. Seis diputados y cinco senadores, miembros de la Bicameral de Seguridad.

Esto ocurrió hace dos años, Quiroga aún no tiene constancia de que se haya abierto una investigación al respecto.

El padre de Matías asegura que tiene su teléfono “pinchado” y que ya perdió la cuenta de la cantidad de veces que fue amenazado. Reconoce que “a veces” anda armado, y expresa, categórico, que ya no hay que esperar que la policía luche contra la delincuencia. “Acá lo que hay que hacer es instigar los enfrentamientos entre bandas. La policía de vez en cuando mata alguno, no pueden hacer mucho. Lo que tenemos que hacer es que se maten entre ellos”.

N de la R: Durante tres días se intentó una declaración de parte del Ministerio de Seguridad sin resultados. El Jefe de Investigaciones, Comisario Roberto Valverde, apuntó que no tenía autorización para referirse a este tema con el periodismo.