El lado oscuro de Riquelme

Conventillero, divisor de vestuarios, conflictivo... No todos fueron lujos, caños y títulos en la carrera de Juan Román Riquelme. El habilidoso enganche tuvo problemas en todos los clubes donde jugó, desde Boca, pasando por España y hasta en la Selección. Equipo tras equipo se fue haciendo de enemigos puntuales que incluyen compañeros, dirigentes, miembros del cuerpo técnico y hasta periodistas. La trayectoria de JR nunca tuvo paz y entre gol y gol siempre se filtraron sus reiteradas peleas.

El nacimiento del Topo Gigio

La interna Riquelme - Macri (en ese entonces presidente de Boca) estaba a flor de piel. Y JR aprovechó un superclásico para realizar un gesto polémico que quedó para la posteridad: el 10 convirtió el segundo gol (luego de que Costanzo le atajara un penal) y frente al palco de los dirigentes se puso las manos detrás de las orejas como pidiendo que "escuchen sus reclamos". Tras el partido, Román la canchereó y explicó que fue "para mi hija Florencia que le encanta el Topo Gigio". Su hija Florencia que, vaya casualidad, no estaba en la cancha.

La pelea con Palermo

Ganaron todo con Boca (torneos locales, Libertadores y hasta la Intercontinental). Uno se cansó de hacer goles gracias al otro. Pero aún así la relación tuvo un quiebre del cual nunca pudieron volver. El segundo capítulo de esta historia es Riquelme vs Palermo, socios dentro de la cancha, enemigos fuera de ella.

Los orígenes del conflicto radicaron en imponer egos en el vestuario. Chocaron dos pesos pesados y cada uno armó su ejército. Los eventos que alimentaron las diferencias fueron reiterados. "A mi partido despedida invité sólo a mis amigos, por eso Riqulme no fue", declaró una vez Palermo. Off the record, además, corrió el rumor de que JR miraba con cariño a la esposa del goleador, por aquel entonces Jaqueline Dutrá.

Incitación a la violencia

Hace seis años, Riquelme le convirtió un gol a Racing en la Bombonera. Era el parcial 2 a 0 a favor de Boca. Pero JR derrapó: en vez de celebrar sanamente su tanto, fue directamente al palco a dedicarle la conversión a un hincha que, según JR, lo había insultado durante todo el partido. "¡Gritalo ahora, gritalo ahora!" le dijo el 10 al joven, que rápidamente fue increpado por varios simpatizantes que quisieron hacer justicia. Luego del partido, Riquelme como siempre miró para otro lado: "No hice nada malo, sólo grité el gol de mi equipo". Lo cierto es que por ese gesto fue investigado por incitación a la violencia.

Su renuncia a la Selección

En el 2006, mientras jugaba en el Villarreal de España, Riquelme anunció que por decisión propia no iba a volver a vestir la camiseta de Argentina. Los argumentos sorprendieron a todos: mientras se esperara que se justificara por problemas físicos que ocultaran la mala relación que mantenía con prácticamente todos sus compañeros, Román explicó que el alejamiento se debía a su madre. "Fue una decisión que se me hizo bastante fácil. Desde que terminó el Mundial, mi mamá terminó internada dos veces y yo siempre tuve las cosas bastante claras: antes del fútbol está mi familia. Y más mi vieja que es lo más grande que tengo. No tengo ningún derecho a hacerla sufrir". 

Lo más reciente: en Argentinos lo criticó hasta el utilero

Juan Román volvió al Bicho para darle una mano tras el descenso a la B Nacional. Convirtió varios goles y logró su objetivo de regresar al equipo de Paternal a Primera División. No obstante, el proceso del ascenso fue alborotado y terminó con un importante conflicto entre el jugador y miembros del cuerpo técnico. Es que JR terminó cruzado con Néstor Gorosito, el DT, y hasta con el utilero, Galíndez, quien aseguró que "me echó del vestuario, me dijo que mientras estaba él yo no entraba, que él era quien mandaba. Riquelme no habla, sólo da órdenes y tiene un grupito que lo sigue a todas partes".

Su paso por Argentinos, el club que lo vio nacer, también incluyó un cruce verbal con Miguel Ángel Russo, técnico de Rosario Central:

Bonus track: el sueño que no fue con Villarreal

En abril del 2006, Villarreal de España hizo historia en la Liga de Campeones de la UEFA. El humilde equipo de Manuel Pellegrini sorpresivamente había alcanzado las semifinales de la competencia. En esa instancia enfrentó a Arsenal de Inglaterra. La ida en Londres había finalizado a favor de los gunners 1 a 0. La vuelta venía complicada en el Madrigal, pero el Submarino Amarillo era beneficiado con un penal. La ocasión inmejorable para empatar y seguir con el sueño. Pero Riquelme no pudo convertir, el arquero Lehmann se lo atajó, Villarreal fue eliminado y así se concretó "uno de los momentos más tristes de mi carrera", según diría el propio JR.