Narcotráfico y política: Aníbal Fernández es más que la "morsa"

Pérez Corradi lo dijo: Aníbal Fernández es la "morsa". Pero hay mucho más: narcotráfico, política y los "otros" dichos de Forza.

Narcotráfico y política: Aníbal Fernández es más que la "morsa"

Por:Christian Sanz
Secretario Gral. de Redacción (click en autor)

Es insólito, pero en los últimos tiempos comenzó una discusión que trascendió los pasillos judiciales e incluso los sets de los medios: ¿Quién es la morsa que todos refieren como el gran narcotraficante argentino? ¿Se trata de Aníbal Fernández o de alguien más?

Luego de los dichos de ayer del ahora testigo protegido Ibar Esteban Pérez Corradi, que se suma a los indicios jurídicos y otros testimonios, queda claro que se trata de Aníbal Fernández, exjefe de Gabinete del kirchnerismo.

Es importante que se haya refrendado, ya que existe una movida muy fuerte para desligar al otrora funcionario K de ese mote por parte de puntuales colegas vernáculos.

Lo sospechoso es que todos lo hicieron al mismo tiempo, incluso algunos de ellos debieron desmentirse a sí mismos, ya que anteriormente habían jurado que Aníbal era sinónimo de "morsa".

Es claro el parecido de Aníbal con una morsa

La operación no es nueva: ya en febrero un grupo de abogados a sueldo del propio exjefe de Gabinete había salido a decir que ese apodo le correspondía a otra persona. Un exagente de la SIDE llamado Julio César Pose.

Como sea, poco importa si realmente Aníbal es la morsa o no, es casi una discusión semántica. Lo relevante son sus probados vínculos con el tráfico de estupefacientes, que llevan más de dos décadas y fueron puntualizados por el Post en varias notas de investigación.

A ello debe agregarse que el kirchnerismo permitió que ello ocurriera y hasta se benefició con los ingresos del narco, según palabras del juez Ariel Lijo, quien aseguró que la campaña de Cristina Kirchner del año 2007 se financió con fondos provenientes de los narcóticos.

Ver además: Pérez Corradi dijo que "la Morsa es Aníbal Fernández"

Ergo, es poco relevante discutir si Aníbal es la morsa o no. Lo importante es indagar en su involucramiento en varios escándalos que rozan el narcotráfico, entre otros: la causa Southern Winds, el vuelco de un patrullero con 116 kilos de cocaína en 2004, la muerte del comisario Oscar Beauvais en 2005 -que lo investigaba por el tema droga-, el tráfico de efedrina e incluso el triple crimen de General Rodríguez de agosto de 2008.

Como suelo decir, o Aníbal es el hombre con más mala suerte del mundo o realmente está relacionado a los estupefacientes. La respuesta es obvia.

Corradi confirmó que Aníbal es la "Morsa"

En primera persona

En mayo del año 2008, fui el único periodista que pudo entrevistar a Sebastián Forza. Fue pocos meses antes de que lo acribillaran a balazos en General Rodríguez junto a Damián Ferrón y Leopoldo Bina.

Allí, frente a varios testigos llevados por él mismo, me dijo que temía por su vida, que había dos personas que iban a asesinarlo: Aníbal Fernández y un tal Ibar Esteban Pérez Corradi.

A ambos les había birlado dos grandes negocios: la adulteración de remedios -y los troqueles de estos- y el tráfico de efedrina. Una digresión: en realidad, en esos días era legal su comercio.

Forza nunca me dijo que Aníbal era la morsa, pero sí me advirtió que se trataba de un poderoso narcotraficante, tan importante como peligroso. Que había mandado a matar a otras personas y que haría lo mismo con él.

El cheque aportado por Forza a la campaña de CFK

También, como dije, me habló de Pérez Corradi. Me reveló que habían sido socios, que tuvieron incluso una oficina en el pasaje King de la Capital Federal, pero que se habían peleado a muerte por motivos que nunca precisó.

Ver además: Aníbal Fernández y sus vínculos con el narcotráfico

Las revelaciones de Forza fueron muchas y variadas: desde la participación de conocidos laboratorios y sindicatos -como el de Hugo Moyano- en la mafia de los remedios, hasta la manera en que se lavó dinero en la campaña de Cristina, donde él mismo aparecía como aportante sin haber puesto un solo centavo.

Según sus propias palabras, el kirchnerismo era una suerte de asociación ilícita que no tenía miramientos a la hora de encarar negocios de dudosa legalidad. "Si hay que matar, te matan", me dijo.

Los demás detalles de los dichos de Forza quedaron guardados en un registro de audio que le entregué el 14 de agosto de 2008 al fiscal Carlos Stornelli en un CD. Todo fue ratificado por los que presenciaron la reunión, incluido su "testaferro" Pablo Florentín.

A pesar de ello, jamás fui llamado a declarar en ninguno de los expedientes que gravitan alrededor de lo sucedido en General Rodríguez. Estos son: la mafia de los remedios, la ruta de la efedrina, los aportes de campaña de 2007 o el propio triple crimen.

Ver además: Para Ocaña, no hay dudas de que Aníbal es La Morsa

No solo tenía mi propio testimonio, sino también copia del disco rígido de la computadora de Forza, con el detalle de todos los cheques que manejó en los últimos tiempos. Todo en formato Excel.

Se lo llegué a entregar al exjuez Norberto Oyarbide gracias a la gestión del fiscal -hoy fallecido- Luis Comparatore.

Otra vez, la justicia no hizo nada con semejante documento. Así, hasta el día de hoy.

Corradi revela a cuenta gotas

Colofón

Para investigar a Aníbal Fernández entrevisté a más de 50 fuentes de información a lo largo de diez años. El resultado terminó conformando mi último libro "La morsa y la fuga".

Por eso, cuando digo que el exjefe de Gabinete es la "morsa" y tiene aceitados vínculos con la venta de drogas, lo hago con algo de autoridad.

No es casual que Aníbal me haya hecho dos juicios penales y ambos se los haya ganado. Soy el único periodista que lo logró.

Uno de los sobreseimientos del juicio que me hizo Aníbal

Hoy parece sencillo hablar de estos temas, incluso todos parecen conocer a Pérez Corradi. Sin embargo, en aquellos días de 2008 mencionar esto mismo podía ser una cuestión de vida o muerte.

Ello amerita que la discusión sobre Aníbal y todo lo que involucra a su persona sea tratado con responsabilidad y conocimiento, escapando de las opiniones triviales y las operaciones de prensa.

No es complicado, se llama periodismo.