Independiente Rivadavia terminó otro torneo lleno de turbulencia. La Lepra padeció hasta las últimas fechas estar peleando el descenso y mantuvo la categoría gracias a las penurias ajenas que a méritos propios.
Asegurada la permanencia por lo menos durante una temporada más, ahora el mundo azul está abocado a la confirmación de su situación institucional.
Si bien es una época en donde se debería estar detallando el armado del plantel, los refuerzos y los jugadores que no seguirán, las horas hoy por hoy son consumidas por la conformación de una lista que tenga el consenso de todos a fin de confirmar la nueva lista de autoridades.
En ese sentido la lista del Caravanazo Azul es la única que ha quedado con los cumplimientos correspondientes para poder estar acorde a los patrones y requerimientos.
El plan original era convencer a Agustín Vila para que fuera como presidente, pero sacando del medio a Leo López, actual vice y quien agarró el timón leproso.
Vila no estuvo de acuerdo y decidió dar un paso al costado, al tiempo que se llamó a silencio al ver la sucesión de complicaciones que se estaban presentando diaramente.
Ahora, Ignacio Berrios, máximo responsable del Caravanazo, está dispuesto a ceder con la presencia de López a fin de convencer a Agustín Vila de ser el máximo dirigente de Independiente, sosteniendo que es quien mayores posibilidades tiene de torcer una situación que institucional y deportivamente es caótica.
Si bien habría un principio de acuerdo, la novela cambia hora tras hora y, hasta tanto no haya mayores indicios de claridad, esta historia seguirá teniendo un futuro lleno de suspenso e incertidumbre.



