Comunicarte correctamente con tu peluquero será la mejor forma de salir contenta del salón.
Las frases que tu peluquero no quiere escuchar segunda parte
La semana pasada hablamos de la forma en la que te comunicás con tu peluquero y cómo deberías hacerlo. Esta nota te va a guiar en otras cinco situaciones que para que no lleguen a ser problemáticas, podes empezar por plantear las cosas claras desde el principio.
La comunicación con tu peluquero debe ser perfecta.
Si hay algo difícil en la vida es entendernos por eso prefiero aceptar (palabra que a mí me cambio la vida) que entender. Pero lamentablemente para nosotros, los peluqueros, con aceptar no alcanza. Debemos decodificar una idea que la clienta trae para que todos queden satisfechos.
Hay algo que es muy importante: no siempre es culpa tuya que algo no salga como esperabas, a veces los peluqueros no se toman el tiempo suficiente para realizar el diagnostico correspondiente. Que un trabajo técnico quede perfecto o lo más similar a lo que vos esperabas depende directamente de las ganas que tengas vos y tu estilista de entenderse. Y ojalá, lo logren.
A través de mis experiencias en los diferentes salones, les voy a contar las siguientes situaciones en las que diciendo o intentando explicar con las palabras más sencillas y correctas posibles la situación hubiera sido mucho más fácil y práctica de resolver:
“Peiname llovido”
Mi cara en ese momento es inexplicable. Hoy pagaría por tener una instantánea de ese momento: “Llovido… ¿que querrá decir con eso?”. Mi falta de experiencia me jugó en contra y entendí que llovido era la sensación visual de movimiento en las puntas.
La verdad no sé por qué entendí eso y la verdad que tampoco entendí -aun hoy- porque la chica utilizó esa palabra pero después de verse en la versión de Moni Argento mendocina (aclaro que se usaba en ese momento) me miró y me dijo: “pero yo te pedí llovido, o sea, lacio”.
Mi cara de poker fue fenomenal, no era más fácil decir “planchamelo”. Clara, cortita y concisa: las 3 palabras más fáciles de aplicar a la hora de pedir algo.
“Esta foto no es lo que quiero pero vos me entendés ¿no?”
La segunda no me voy a olvidar en la vida. Mi compañera se fue de mi lado porque no podía creer la situación que yo estaba pasando. Una clienta me trae una foto para mostrarme lo que quería, como siempre aconsejo, y me dice: “Yo sé que la foto que te estoy mostrando no es lo que yo te estoy pidiendo, pero me entendés, no?”.
En ese momento decidí confiar en mi sentido común que hasta el día de hoy me ha dado muy buenos resultados con ella y la teñí. Pero hubiera sido mucho más fácil tomarse unos minutos para buscar la foto de su look ideal.
"Quiero reflejos ceniza"
Ésta es una de las frases más reconocidas en peluquería. Lo que ustedes no saben es que para nosotros la palabra ceniza significa distintos tonos de verdes. Este tono según la marca es azul o verde y si vos querés unos reflejos, tu mecha tiene que quedar mínimamente amarilla para luego teñir. Si mezclás amarillo y azul o verde... ¡te queda verde! y muchos usan ceniza, solo que sabemos hacerlo del modo correcto. Pero si prestas atención en algunas luces puede que tu cabello se vea ligeramente verdoso y ni hablar de las señoras que vemos en la calle con el color verde porque compraron el 8.1 del supermercado. De nuevo mi consejo es que veas la carta de colores y le muestres a tu peluquero qué es para vos ceniza.
Les propongo que hagamos el esfuerzo de entendernos, de tenernos paciencia, tolerancia, tomarnos el tiempo que sea necesario para que logremos lo que los dos queremos. Ustedes su cabello deseado y yo una clienta que se sienta realmente mas feliz y bonita.
Noelia Moreno Moon - Estilista mendocina y colorista experta de L’Oréal.
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