El universo de las sopas es muy versátil, hay variedades para todos los gustos y presupuestos, la idea es que sean sabrosas, naturales e ingeniosas.
Las sopas caseras son imprescindibles y tienen esa cualidad reponedora que tanto nos ayuda a combatir el frío.
Hoy les traigo algunas ideas del mundo para cambiar radicalmente las desagradables sopas en sobre y ponerle un poco más de onda a la cocina… y ¡amor!
Papa y zapallo a la leche
Esta receta es una de mis favoritas para esta estación, sobre todo por su suavidad y el sabor combinado del zapallo y la papa que va muy bien con diferentes aliños, hierbas o especias como nuez moscada.
La base de esta sopa es un caldo de ave o verduras (cebolla, ajo, zanahoria, apio, puerro), papas y zapallos, rehogados y luego cocidos con leche. Todo esto se mezcla para hacer una crema de consistencia espesa.
En este caso y como pasa siempre cuando una receta es universal, hay varias formas de prepararla, algunos mezclan dos tipos de zapallo, como el anco y el butternut (inglés), aún más cremoso.
Otros, antes de servirla agregan hojas de albahaca fresca, un hilo de aceite de oliva virgen extra y touch de pimienta rosa molida.
Borsch
Originaria de Ucrania, es una de las sopas más consumidas en Europa del Este. De hecho la antigua palabra eslava "borsch" significa remolacha, la cual es su ingrediente principal.
Se prepara también a partir de un caldo de carne que se hace con huesos y panceta ahumada, o puede ser caldo de verduras. Aparte se preparan las remolachas, que pueden estar hervidas o asadas. También se le agregan otras verduras como repollo, cebolla, zanahoria, perejil, tomates, algunas hierbas y ajo.
Cuando todos los ingredientes alcanzaron su punto de cocción se puede servir rústica o procesada. El toque final se le da con un poco de crema ácida (agregándole gotas de limón) y eneldo picado.
À L'Oignon
Clásica de la gastronomía francesa, proporciona todas las calorías que necesitamos en invierno. La base de esta preparación es un buen caldo de carne, idealmente hecho en casa a partir de cortes de carne que tengan hueso y que ya estén asados, esto para que tenga más sabor. Además, se le puede agregar hierbas aromáticas y vegetales como una rama de apio.
Una vez que se tiene listo el caldo, se le agregan cebollas picadas y sutilmente caramelizadas y al final tostadas de pan con queso rallado que se gratina al horno. Esta capa de pan gratinado es uno de los grandes atractivos de esta sopa, pero lo mejor es que el pan con queso se moja dentro del caldo de carne y se junta con las cebollas caramelizadas.
Batata y zanahoria
Una dupla que se lleva de maravillas y aporta varios nutrientes para una dieta saludable. Como en todas las opciones, utilizar como base un sofrito de verduras, colocar partes iguales de zanahoria y batata (cortadas en trozos no muy gruesos) y cubrir con caldo de pollo, llevar a ebullición.
Una vez cocidas las verduras, retirar del fuego y salpimentar. Procesar con algunas cucharadas de queso crema light y servir. Para darle un toque más gourmet, podés incorporarte unos trozos de queso azul y variedad de semillas tostadas.
Tailandesa
Como sucede con las personas, también existen los paladares complejos: algunos son exóticos y otros simplemente están dispuestos a probar cosas nuevas… Para ellos, va esta receta estilo thai: Salpimentar y cocinar una calabaza al horno, retirar las semillas y reservar la pulpa. Por otra parte, fritar una cebolla con ajo y un toque de jengibre fresco. Procesar la calabaza con el sofrito, 1 taza de coco rallado y jugo de naranja. Si es necesario, incorporar una parte de caldo de verduras. Calentar la sopa y servir con coco tostado. Si te animás, podés espolvorearla con un poco de curry o polvo de chile picante.



