Un grupo de padres y el rector de la UNCuyo, Daniel Pizzi, Acordaron trabajar de manera asociativa para garantizar el derecho a la educación de los estudiantes sin coartar el derecho al paro de los docentes. Pizzi continuará gestiones a nivel Nacional para contribuir a la solución del conflicto.
Los recibió para dialogar este jueves y recibir una carta que expresa preocupación por el paro que llevan adelante los gremios docentes en las universidades nacionales.
Pizzi expresó su comprensión por la preocupación de los padres. Además subrayó la complejidad de la situación, ya que existen en el caso de las universidades públicas, dos paritarias; una, local, en la que interviene la UNCuyo de manera directa y que puede avanzar en algunos temas, por ejemplo la efectivización docente de los profesores cuya situación se viene regularizando.
“Somos la primera Universidad no sólo en haber dado respuesta a los gremios conformando las paritarias locales sino que somos los primeros que estamos regularizando las plantas de personal”, aclaró.
Gustavo Silnik explicó que la otra paritaria, la nacional, es la responsable de definir salarios. En ella interviene el Ministerio de Educación de la Nación y las federaciones gremiales docentes que son varias. Ahí también tiene participación el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), donde están representadas las universidades. Es decir que en la decisión sobre los incrementos en los sueldos cada universidad no puede intervenir directamente.
Los acuerdos
La Universidad garantizó que las escuelas secundarias que dependen de la UNCuyo estarán abiertas, que se hará una contabilización de un número tentativo de los profesores que no se van a adherir al paro –sin explicitar sus nombres- para que los padres puedan decidir si mandar a los chicos a clases en función de esa información.
El rector seguirá haciendo gestiones ante el Gobierno Nacional para intentar acercar a las partes y que se logre el acuerdo que concluya las medidas de fuerza.
Los padres, por su parte, llevarán a sus hijos a los colegios en función de la información de que hay un número razonable de profesores o preceptores para garantizar la seguridad de los estudiantes.



