¿Qué son los bonos que emitió el Estado?

Esta semana Argentina saldrá de su default cuando, finalmente, pague a los holdouts. Luego de lograr el permiso de la Corte de Nueva York para pagar la deuda que mantenía con estos. Para esto, el país tuvo que emitir bonos y “colocar la deuda”.

Pero ¿qué son los bonos y cómo se coloca deuda?

Parece complejo pero no: los bonos son los documentos de compromiso de pago de una deuda que se contrae. El país va a pagar la deuda con los holdouts pero no con plata que tenga en una caja fuerte, sino emitiendo bonos, es decir, pagarés. Esos bonos luego de “colocan”, lo que significa que los distintos bancos los ofrecen a sus clientes, que se convierten en los “tenedores de bonos”.

La emisión de los bonos no es una simple impresión de papeles. Están regidos por un contrato larguísimo (llamado Prospecto) que debe ser público y accesible para todos los ciudadanos, ya que son las condiciones que rigen ese bono.

En el prospecto quedan consignadas cláusulas como el monto, la tasa de interés, el plazo de pago y las condiciones (lugar y fecha de pago, por ejemplo).

Esto nos ayuda a comprender qué fue lo que pasó con los “fondos buitre”. Cuando un bono es internacional, se ofrece a bonistas del exterior y, en el prospecto, se estipula bajo la ley de qué país se va a regir, y también el lugar y fecha de pago. Pero Argentina dejó de pagar y luego decidió que no aceptaba el fallo del juzgado del país donde, por prospecto, se había acordado.

Así, cuando el juez Griesa le dio razón a los bonistas a los que Argentina no les estaba pagando, la decisión del gobierno fue sancionar la Ley de Pago Soberano: “te pago en Buenos Aires o no te pago”. Es decir, quisieron cambiar las condiciones que ya se habían pactado.

Mientras tanto, los que tenían bonos argentinos, viendo que el pago se atrasaba cada vez más, los vendieron mucho más baratos de lo que compraron a los famosos “fondos buitre”. Estos fondos viven de comprar bonos en default, muy baratos, y luego hacer el juicio y cobrar la deuda más el interés.

Ver además: El Gobierno festejó la emisión de deuda

Lo extraño de todo es que los bonistas vuelven a confiar en Argentina a pesar de haber sido casi el único país que entró en un “default judicial”, cuando Griesa prohibió que se pague cualquier deuda hasta que no se arreglara con todos los dueños de ese bono argentino.

Ahora, luego del cambio de gobierno y de haber llegado al acuerdo, ya hay bonistas interesados en el nuevo Bono argentino. Además, los clientes de los bancos los compran porque el banco se los ofrece, no les importa de dónde vienen.

Además, la tasa de interés puede fijarse de dos maneras: ofertando el bono y dejando que el mercado ofrezca la tasa, o ofreciendo ya con el plazo y la tasa (la tasa sube en un plazo mayor de años, porque, obviamente, es más riesgoso). En el último caso  se aplica lo que se llama "principio de descuento" que es cuando el bonista ofrece una tasa pero por un valor menor al bono. Es decir, en vez de ofrecer el 5% de interés cada 100, ofrece el 5 cada 97, por ejemplo. 

Así, el gobierno recibe todas las ofertas y hace el cuadro de todos los ofrecimientos (el "libro") y "elige" con cuáles se queda, cuando ya cubrió la deuda necesaria, hace la "tasa de corte" y a los demás oferentes los descarta. Por eso es una muy buena noticia que haya más oferta de lo que se necesita.  

Para fijar la tasa también es importante tener en cuenta el “riesgo país”. La tasa más baja la tienen los bonos de Estados Unidos, o “bonos del Tesoro Nacional”, el riesgo país es la diferencia con esos bonos. En este momento, Argentina tiene el riesgo país más bajo de los últimos ocho años, es decir que la tasa de interés también va bajando.

Cuando un país cumple con los pagos de sus deudas, el riesgo va bajando y el interés también, entonces puede optar por sacar un préstamo a tasa más baja para pagar el préstamo que sacó antes a una tasa más alta y así, se va bajando la deuda.

Es lo que hacen los países normales: toman deuda, pagan y van cambiando las deudas para bajar la tasa de interés.