Al menos hace dos años hay un cartel publicitario que debería tributarle a la Cámara de Diputados, pero nadie sabe quién lo autorizó ni quién lo está cobrando.
Un curro en forma de cartel en el frente de la Legislatura de Mendoza
La historia es insólita, si no fuera porque es real. Tiene que ver con un enorme cartel publicitario que tapa la obra de apuntalamiento del frente de la Legislatura provincial, sobre la Peatonal Sarmiento.
Allí, hasta hace unos días, se dejó ver una publicidad que invitaba a tomar Coca Cola y que, luego de que comenzara la investigación del Post, apareció pintada de blanco.
En ese contexto, nadie puede saber quién autorizó (y mucho menos quién cobraba) el canon correspondiente a la utilización de ese cartel, que es propiedad de la Legislatura.
Los anuncios publicitarios tienen que pagar no sólo al frentista donde se ubica el cartel, sino además, impuestos municipales.
Mendoza Post prendió la mecha y fue ayer a la mañana a pedir esos datos. Sorprendentemente, las autoridades de la Cámara de Diputados no pudieron encontrar ningún papel ni ninguna orden que aclare quién cobraba ese dinero ni mucho menos, adónde iba a parar. Tampoco tienen un cálculo estimado de cuál sería la suma que podría haber entrado a la Legislatura por el permiso para publicitar allí.
Lo que sí tienen claro es que “es el curro de alguien”, como dijeron varias personas que trabajan en la Cámara.
Tampoco pudieron averiguar a qué agencia corresponde, ya que la cartelería se identifica por el color del marco: si es rojo corresponde a Publicidad Sarmiento, de Orlando Terranova, si es azul a Nexo Publicidad, del Grupo Alonso y si es amarillo a Julio Chretien. Pero la enorme chapa de Peatonal no tiene marco, así que tampoco pudieron dar con ese dato.
Fuentes consultadas por el Post, aseguraron que el cartel apareció en la campaña legislativa de 2013.
El presidente de Diputados, Néstor Parés, incluso envió cartas documento a Coca Cola, pidiéndole información, pero nunca le contestaron. Ayer, ante las consultas de Mendoza Post y harto de no encontrar respuestas, cortó por lo sano y mandó a pintar de blanco toda la publicidad: “vamos a esperar quién salta primero”, confiaron desde el entorno de Parés.
No fue magia, fue un curro.



