Todos sabemos que tener unos pocos o varios kilos de más no es algo malo per se, excepto que afecte la salud o que la persona se sienta muy mal con su cuerpo. A veces, este malestar es un daño y desde la publicidad dirigida a chicas y mujeres de no más de 55 kilos, se colabora en el deterioro de la autoestima femenina.
Algunas mujeres decides esforzarse y cambiar su aspecto físico o mejorarlo.El camino suele ser complicado y duro, pero la tenacidad y el esfuerzo puede tener una recompensa muy grande.
Este puede ser el caso de Donna Gillie, una canadiense de 30 añosajó 52 kilos en dos años.
A los 22 años Donna era obesa. Recién terminaba sus estudios universitarios y pesaba 104 kilos. Ella recuerda: “Empecé a luchar con mi peso en mis primeros años de adolescencia. Yo sabía desde el principio que tenía problemas con la comida. Algo que siempre tendré”, le contó al diario británico Daily Mail.
Durante esa entrevista enfatizó que el punto de inflexión se produjo cuando, una vez recibida, ingresó a su nuevo trabajo. “Recuerdo estar sentada en mi escritorio en el trabajo y sentirme muy incómoda y realmente mal. No es de extrañar que pesando 104 kilos fuera así”.
En ese momento, Donna decidió hacer algo al respecto, y así modificó drásticamente su estilo de vida. El primer paso fue cambiar sus malos hábitos alimenticios. Así, pasó de “devorarse kilos de chocolate y helado, y comer comida chatarra varias veces a la semana” a comer frutas y verduras.
Luego, en el año 2010, Donna se inscribió a un gimnasio y comenzó clases de Zumba, de step y body pump. Para luego hacer running y participar de varias carreras de 10 kilómetros. Así, Donna perdió casi 32 kilos en sólo dos años.
Donna había dejado de ser la mujer obesa, de movimientos lentos y esforzados, con bajísima autoestima. Ahora se sentía bien, más segura de sí misma y se convenció de que nada era imposible. Fue así que en 2014 se animó a hacer algo que jamás se le había ocurrido: participar en competencias de fitness, donde las mujeres deben modelar en bikini.
“Entré en la competición no porque quería un trofeo de plástico o cualquier otro reconocimiento, sino algo para mí. Demostrarme a mí misma que lo podía hacer, después de todo ese trabajo duro”, explicó la mujer que hoy ya tiene 30 años y comparte fotos del antes y después de su pérdida de peso en Instagram, donde cuenta con más de 2.000 seguidores.
“Empecé con pequeños pasos. Creo de verdad que disfruté el proceso. Yo pesaba un poco más de 52 kilos cuando me presenté en la competencia. Exactamente la mitad de mujer que era cuando empecé a trabajar. La pérdida de peso ha cambiado mi vida sólo de manera positiva. Ahora me siento mejor física y mentalmente. Mucha gente ha llegado hasta mí y me dijeron que mi caso les hizo querer hacer un cambio y me piden consejo. Siempre les digo mi camino: mantener una mentalidad positiva, ya que puede hacer maravillas”, cierra esta mujer de 30 años, que en diciembre próximo participará de su tercera competición.
¿Cuál es la rutina que adoptó Donna para modificar su cuerpo?
Ejercicio:
- Donna comenzó su viaje de pérdida de peso mediante la adopción de una variedad de clases de gimnasia, incluyendo Zumba, clase de step y body pump.
- Una vez que se sintió más cómoda con su cuerpo, Donna empezó a correr, y, finalmente, comenzó a competir en carreras de 10K.
Comida:
- En lugar de tratar de hacer todo a la vez, Donna primero modificó su dieta para luego centrarse en una rutina de entrenamiento.
- Después de haber perdido una buena cantidad de peso (bajó más de 32 kilos en dos años), Donna volvió a su dieta pero con más alimentos integrales y ha añadido más frutas y verduras en su dieta diaria.
- También controla las porciones, lo que limita la cantidad de comida que estaba comiendo, en lugar de restringir lo que podía comer
Ayuda profesional:
- Una vez que Donna perdió el peso que se había propuesto (impresionantes 52 kilos), contrató a un entrenador para ayudar a esculpir su nuevo físico.



