Daniel Muñoz es el hombre de máxima confianza del ex matrimonio presidencial y quien aparece en la filtración de Panama Papers. Fue cobrador del estudio jurídico de los Kirchner a principio de los años 80, asesor en el gobierno santacruceño en los 90, secretario privado de Néstor durante su presidencia y los dos primeros años del gobierno de Cristina.
Hoy, según recuerda Infobae, es dueño de complejos hoteleros en San Martín de los Andes y El Calafate, titular de empresas dedicadas a los negocios inmobiliario, logístico y petrolero y accionista principal de una firma con sede en las Islas Vírgenes Británicas que tenía el objeto supuesto de realizar inversiones inmobiliarias en los Estados Unidos.
En 2009, Muñoz fue denunciado por enriquecimiento ilícito junto a otros secretarios de la entonces Presidenta Cristina Kirchner como Isidro Bounine, Fabián Gutiérrez y Daniel Álvarez.
Sus declaraciones juradas públicas mostraban crecimientos asombrosos durante los gobiernos de los Kirchner.
Uno a uno, los secretarios fueron renunciando a sus cargos. Uno a uno, también, fueron sobreseídos por el juez Claudio Bonadio.
Desde entonces, todos se dedicaron a administrar su fortuna con mayor tranquilidad. Menos Muñoz, al que volvieron a acosarlo las denuncias.
En 2011, la hoy diputada santacruceña del Parlasur por Cambiemos, Mariana Zuvic, denunció ante la Unidad de Información Financiera(UIF) un esquema de lavado de dinero en el que participarían Muñoz, su esposa Carolina Pochetti y el entonces gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta (tío de Pochetti).
La denuncia tomó más fuerza en 2013, cuando Miriam Quiroga –la ex secretaria de Kirchner contó al programa Periodismo para Todos, y luego ratificó en la Justicia, que había visto a Muñoz cargando bolsos llenos de dinero en la Casa Rosada. En una de esas oportunidades, Muñoz le dijo: "Mirá cuánto pesa... son verdes" y le dio a entender que iba a trasladarlos al Sur.
En la causa que impulsó el fiscal Ramiro González se sumó luego información que indica que Muñoz creó, a través de testaferros, una firma de aviones privados –Cabiline S.A. , que funcionó bajo el nombre de fantasía "Aires Argentinos"- para trasladar los bolsos con dinero a Santa Cruz.



