Papelón II: más “gigantes” del vino usan Jarabe de Maíz

El uso del Jarabe de Maíz de Alta Fructosa para endulzar productos vínicos no es exclusivo del poderoso Grupo Peñaflor y de su espumante “Frizzé Evolution”, un “vino” que no se controla en el INV y cuyo caso este diario publicó la semana pasada. También el Grupo RPB (Baggio), otro gigante de la industria, utiliza el famoso jarabe para cócteles a base de vino. Los cuestionamientos son dobles. Por un lado, endulzan con el JMAF en lugar de hacerlo con el mosto, el jugo concentrado de uva que todas las bodegas producen, incluso Baggio y Peñaflor; a contramano de lo que la COVIAR y buena parte de la industria piden. Y por otro lado, el Jarabe de Maíz de Alta Fructosa es señalado por estudios en todo el mundo, porque favorece la diabetes de grado 2, la obesidad y la hipertensión. Un costado más, es que quienes producen estos “cócteles” usando JMAF lo hacen “al costado” del INV, que no los controla porque se trata de bebidas que no están declaradas como vinos. Aunque en el caso de Peñaflor, el Frizeé usa vino, se envasa y etiqueta como vino, y se promociona y vende como tal.

El uso de Jarabe de Maíz de Alta Fructosa en este tipo de bebidas es posible, porque hay un “gris” legal que les permite a las empresas hacer bebidas vínicas sin declararlas como tales. Pero la verdad es que no se sabe si son vinos o no, porque el INV no los controla, y de todos modos, usan vino de base y llegan a los siete grados de alcohol.

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Además, hay una lucha a brazo partido en la industria para derivar uva a mosto y hacer crecer este negocio. Argentina es uno de los exportadores de mosto más importante del mundo. Con grandes clientelas en Japón y Alemania. Pero resulta que los máximos jugadores, verdaderos gigantes del vino y la alimentación como Peñaflor y Baggio -con plantas productoras de mosto, incluso- prefieren exportar su jugo concentrado de uva, y colocar en las bebidas que producen en base a vino la edulcoración artificial de JMAF. De paso, para que no queden dudas, los vinos sólo se pueden edulcorar de modo natural con mosto, sacarosa de azúcar o caramelo de uva.

La semana pasada contamos el caso del “Frizzé” en sus variantes Evolution y Orange, para los que Peñaflor usa Jarabe de Maíz de Alta Fructosa. La noticia actuó como una bomba de profundidad en la industria, que viene empujando una ley para que los jugos y las gaseosas se endulcen con mosto. Bodegas de Argentina, a través de su director ejecutivo Juan Carlos Pina, salió a “bancar” a Peñaflor. “No son vinos” dijo respecto de los productos objetados. Y dijo que se debería felicitar a los que abren nuevos mercados con “bebidas jóvenes”. La réplica de Pina es cuanto menos desafortunada, pero al menos es una respuesta y deja en claro la posición de las bodegas.

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En COVIAR la reacción fue mucho peor, porque fue de silencio. Un silencio espeso y vergonzante. Varios fueron los llamados y mensajes de este periodista a Hilda Vaieretti, la titular de la corporación vitivinícola, para que diese respuesta a esta situación. Pero los llamados fueron inútiles. La COVIAR no es un organismo privado. Además de las empresas, allí están el Estado Nacional y las provincias. Es decir, los ciudadanos. Por lo tanto, quienes manejan sus destinos y sus fondos y sus políticas, deben dar respuestas y explicaciones.

En el desayuno que la COVIAR organiza en cada Vendimia, Vaieretti había hecho un discurso encendido en contra del uso del JMAF en bebidas de todo tipo, por cuestiones de salud, y pidió por la ley de edulcorantes naturales. Lo hizo delante de funcionarios nacionales, entre ellos Ricardo Buryaile, el ministro de Agricultura de la Nación. 

La única respuesta de Vaieretti fue a través de una agencia de publicidad, intentando justificar un silencio inexplicable. Es entendible que BdA defienda a Peñaflor. Pero que la COVIAR haga silencio, es mucho peor. Una ironía: es posible que el propio Buryaile deba ir al Congreso de la Nación a responder preguntas sobre el uso del JMAF, si prospera un pedido de informes del diputado mendocino Guillermo Carmona, uno de los que ha trabajado en una ley para obligar a las grandes compañías de bebidas a edulcorar con mosto.

Baggio también

Un coctel denominado “Sangría”, de marca “Uvita” y elaborado por Baggio, utiliza también Jarabe de Maíz de Alta Fructosa. Es muy ilustrativo un elogioso comentario de un periodista de Página 12, años atrás, al hablar de los productos vínicos envasados en Tetra Brick. “Uvita cóctel sangría: 7 puntos. Vino con jugo de naranja, agua, jarabe de maíz, azúcar y un par de antioxidantes, saborizantes y conservantes, se ve rosado como braga navideña, y huele decididamente a jugo de pelotita de tenis. Al buche sabe a concentrado de naranjú, con toques de caramelo de durazno y frutilla. De escaso alcohol, bien frío y con hielo es juguito de Dios, lo que podría invitar al exceso. Ideal quilombo".

Los comentarios “off the record” respecto de lo que ocurre con estos productos, de parte de bodegas serias, grandes y de prestigio no paran de llegar. Un enólogo, de hecho, comentó “Tiene que intervenir hasta Defensa del Consumidor, y el INV debe inmovilizar esos vinos hasta analizar todo... Además... usan vino, tienen siete grados de alcohol... Esto es vino” graficó respecto del Frizeé Evolution de Grupo Peñaflor.

El caso Gancia

La empresa Cepas Argentina tiene una de las mosteras más grandes de la región en Rivadavia. En los registros de movimiento de venta de mosto al exterior, es uno de los actores importantes. Pero usa Jarabe de Maíz de Alta Fructosa para la producción de Gancia, y de varios de pequeños cócteles en lata que salieron a competir contra la cerveza y el vino, como Pronto Shake, Dr Lemmon u otros. Usan JMAF aunque producen mosto. La explicación es sencilla. El mosto es mucho más caro que el jarabe y que el azúcar, por lo tanto, lo exportan. Y a sus bebidas le echan el JMAF.

Si las propias mosteras usan el JMAF para sus bebidas, no hay forma de que prospere una ley de edulcoración natural en base a mosto. Gana el mercado, y pierde la salud de la población.

Pedido de informes

La investigación del POST respecto del caso Peñaflor activó un pedido de informes, presentado por el diputado nacional Guillermo Carmona (FPV). Pide citar al Congreso a dar informes verbales al ministro de Agricultura de la Nación, Ricardo Buryaile, y a Carlos Tizio, el titular del INV. También al titular del Instituto Nacional de Alimentos, Matías de Nicola “a fin de brindar informes verbales acerca de la existencia en el mercado consumidor de nuestro país de bebidas a base de vino con contenido de Jarabe de Maíz de Alta Fructosa, debido a las competencias de control de los citados organismos y sus posibles consecuencias en la salubridad de la población” dice el pedido.

Entre los fundamentos de la citación a los funcionarios, Carmona explica que: “Ha tomado estado público a través de los medios de comunicación de la Provincia de Mendoza, Mendoza Post (adjuntamos nota) sobre la venta en el mercado doméstico de bebidas en base a vinos con contenidos de jarabe de maíz de alta fructosa. A nivel internacional son varios los estudios que encontraron alta correlación entre el consumo de bebidas con jarabe de maíz de alta fructosa con enfermedades como: diabetes, sobrepeso y trastornos de alimentación. La Organización Mundial de la Salud, ha recomendado gravar con impuestos estas clases de bebidas como una forma de desalentar el consumo (por opciones más saludables) y financiar los diversos programas que luchan contra las graves consecuencias que generan en todo el sistema sanitario. Ya Francia y EEUU tienen impuestos específicos sobre estas bebidas y en la región Chile y México. El año entrante se incorporarán Colombia y el Reino Unido” dice. Y luego destaca la existencia de un proyecto para edulcorar con mosto. “Es importante destacar que esta cámara cuenta ya con un proyecto que promueve el consumo de bebidas con agregados de jugos naturales, de vital importancia además de la salud, en los beneficios que puede generar en las economías regionales de nuestro país. Además el Congreso aprobó un proyecto de ley que declara al vino "Bebida Nacional" por lo cual es fundamental que no sea asociado a elementos que sean perjudiciales para la salud pública. Por último, pero no menos importante conocer cuál ha sido la participación del INV, que es el organismo que debiera controlar que este tipo de situaciones no ocurran” dice.

Este último punto es importante:

¿Qué hace la “bebida nacional” asociada a una sustancia perjudicial para la salud?

Coviar, Bodegas de Argentina, el INV y -por supuesto- Peñaflor y Baggio en primer lugar, deberían reflexionar sobre ello. Como dijo una calificada fuente del mundo bodeguero: “Nos están perjudicando a todos”.