Los precios arrancan en 3.500 un dos ambientes. Y de allí hacia arriba. Los precios subieron menos que la inflación, dicen las inmobiliarias. Los propietarios redujeron su margen de ganancia.
Alquilar y vivir en el centro de Mendoza: caro y malo
Para alquilar un departamento de dos ambientes en un edificio céntrico de los menos cuidados de Mendoza, hay que pensar en contar por los menos con $3.500 más expensas. Es caro, si se tiene en cuenta que saliendo unas pocas cuadras de la zona caliente de la ciudad se consiguen casas -modestas, pero casas- por entre 4.000 y 5.000 pesos. Y subir un poco de categoría, siempre hablando de departamentos, puede llevar los precios a 6.000.
Hay departamentos más baratos si dan a la parte interna de los edificios, a esa "parte de atrás" que nadie quiere, pero no bajan de 3.000 pesos.
La pequeñez de los espacios parece no amilanar a los propietarios que fijan precios. Un dos ambientes en Peatonal Sarmiento de 50 metros cuadrados cuesta alrededor de 3.400 pesos. Los hay también de sólo 30 metros cuadrados por el mismo precio. Pero los alquileres bajan un poco de los 3.000 pesos al alejarse del microcentro pero en zonas complicadas para vivir. Sobre la calle Belgrano, una zona que se ha transformado en servicios legales, hoteles, gastronomía y comercio, hay deparrtamentos de 35 metros cuadrados por menos de 3.000 pesos al mes.
Claro que en la mayoría de los casos basta recorrer las páginas inmobiliarias, ver las fotos, y asustarse. La relación calidad-comodidad-precio no parece ser algo que los propietarios de los inmuebles tengan muy en cuenta.
Algunos de los sitios que se ofrecen son prácticamente "invivibles". Aunque los precios no aflojan.
Alquilar en Mendoza es todo una odisea: hay que revisar clasificados por varios días hasta dar con la oferta que nos convenza, luego conseguir garantes y ademas cumplir los requisitos que exigen las inmobiliarias. Y en una recorrida salimos a ver opciones y a comparar con años anteriores y con otro tipo de propiedades.
Te mostramos las opciones vigentes para alquilar en la Ciudad de Mendoza, de acuerdo a cada necesidad.
Los alquileres más baratos arrancan en $ 3500.
Estos departamentos "baratos" están ubicados en el microcentro.
Tienen dos ambientes, placar, cocina sin horno, pero incluye las expensas. Lo suficiente para vivir pero con algunas limitaciones.
Al respecto, Santiago Debé, secretario de Prensa del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Mendoza, confirmó en diálogo telefónico que "en el microcentro el alquiler es más bajo que en el resto de la Ciudad. Primero, porque hay mayor polución y contaminación sonora que en otros lugares de la Ciudad. Segundo, casi todos los inmuebles son viejos, lo que abarata el costo."
Más lejos, más caro
Ahora bien, si lo que buscamos es un lugar más amplio y con más comodidades el precio aumenta. Pero es muy difícil que ese departamento esté en pleno centro.
El precio es mayor porque está alejado del centro.
Por ejemplo, un departamento nuevo ubicado sobre calle Olascoaga (y zonas aledañas), en un complejo cerrado, con living, cocina con horno, dos dormitorios, patio y cochera cuesta por mes desde $3800 – $4000.
Hay lugar para todos
Para las familias con 3 hijos que necesiten un lugar más grande y mejor equipado, deberán entonces desembolsar entre $5000 y $6000 (sin incluir expensas).
En el microcentro es difícil que encuentren un lugar acorde, ya que las mejores opciones para estos casos están en las zonas top: en la Quinta y Sexta Sección se vienen construyendo hace unos años lujosos edificios de departamentos.
La mayoría están semiamoblados y tienen tres habitaciones. Incluye cocina con horno, extractor de aire, baños extras, calefactor, cochera y en algunos casos piscina compartida.
"Desde calle Mitre al oeste está la zona de los departamentos más buscados, porque son nuevos y están cerca del Parque San Martín", afirma Debé.
La inflación ataca
Según las consultoras privadas que midieron esta variante, en 2014 la inflación anual trepó al 40% y el rubro inmobiliario no estuvo exento.
Igualmente, la actualización de precios en los departamentos no estuvo a la altura de la inflación real, es decir, no aumentó lo que debería. Esto es porque la inflación conlleva una caída en el poder adquisitivo de la gente y una posterior recesión económica.
Un sencillo ejemplo para comprender la realidad de la caída en los alquileres: en los avisos clasificados del domingo aparece una media de 600 ofertas inmobiliarias. Es un número gigante en relación a años anteriores. Pero la contracara es que no hay demanda que la cubra debido al problema inflacionario.Hay más oferta pero también más propiedades sin alquilar.
Por el cepo cambiario, se hace casi imposible vender cualquier inmueble y por esa razón cada vez más propietarios se vuelcan a alquilar. No todos lo consiguen.
La recesión imperante "afecta económicamente a los propietarios que hace unos 15 años obtenían ganancias del 12% anual sobre el valor de la propiedad. Hoy, ese valor alcanza el 3,30% por año", concluye Debé.
Es decir, los propietarios debieron reducir su margen de ganancia aunque de todo modos, los alquileres parecen caros para la mayoría de los bolsillos.



