Más allá de los clásicos memes, críticas o elogios de siempre, publicistas, creativos y diseñadores opinan sobre si se cumplieron las cuestiones básicas para un buen sistema gráfico de comunicación.
¿Qué tan buena es la gráfica de Vendimia 2016?
Un jurado compuesto por profesionales de la UNCUYO, Adimza, la Secretaría de Cultura de Mendoza y la Red Disur seleccionó, entre 13 trabajos, el Sistema Gráfico de Identidad Visual y Comunicación de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2016.
Hay que resaltar que lo elegido por el jurado no es "un afiche", sino un sistema de comunicación gráfica que podrá ser aplicado a diferentes elementos que tengan que ver con el evento máximo de los mendocinos.
La propuesta elegida fue la del grupo “Quid”, compuesto por Agostina Inés Robert Gregori, Guadalupe María Pregal y María Julieta Mancifesta Resa y ahora recibirá un premio en efectivo de 50 mil pesos.
La gráfica de la Vendimia ha generado siempre opiniones de las más diversas entre los mendocinos, provocando en los últimos años hasta graciosos memes.
Pero, más allá de las opiniones subjetivas, ¿qué opinan los que saben?
El Post consultó con un diseñador gráfico, una agencia creativa mendocina y un publicista de Buenos Aires para que dieran su opinión desde el más puro punto de vista profesional.
El reconocido diseñador gráfico Fabricio Balbontín opinó en cuanto al diseño: "La propuesta me resultó concreta y atractiva, no solamente por la elección de la paleta cromática en alusión a nuestro bicentenario y símbolos patrios, sino también por la técnica de representación trabajada, la cual le da frescura, calidez y cierto aire innovador a los elementos elegidos para la composición, que fuera de ser los esperados o que todo mendocino quiere ver, han sido utilizados con gran criterio formal".
"Es concreta y atractiva"
Y agregó: "Sabiendo de nuestra personalidad crítica, disfruto mucho de las horas siguientes al anuncio de los ganadores de cualquier concurso, porque siempre tenemos preparado el calvario o los laureles, y aunque muchas veces no sepamos cómo usarlos, es genial porque se pone en práctica el diálogo".
Sin embargo, para Balbontín, no es bueno que la identidad de la vendimia sea diseñada desde lo comunicacional solo por mendocinos, ya que "una fiesta popular conocida a nivel mundial merece que siempre dé lugar a nuevas ideas y otras ópticas, y no solamente la nuestra".
"No creo que se interprete rápidamente el mensaje"
Alex Waisman, al frente de la agencia Come Together, opinó: "Creo que la comunicación, ante todo, tiene que ser funcional a su objetivo. En el caso de los afiches de Vendimia, no creo que se interprete rápidamente el mensaje".
Y agregó: "Para el público local no creo que esto sea un problema, porque el itinerario se conoce y hay muchos medios que también dan esa información; sin embargo, para comunicar al público internacional, puede tener dificultades".
"Respecto al diseño gráfico y concepto, sin dudas mi puntaje es un 10", sentenció Waisman.
El publicista de Buenos Aires consultado por el Post -quien prefirió mantener anonimato- fue más duro, y cuestionó varios factores cuando desde Mendoza se le envió la gráfica a analizarse.
"No respeta la lectura natural del ojo humano"
"Se llama a concurso por un sistema de comunicación. ¿Por qué lo hace un diseñador?", se preguntó en primer término. "Esto es un sistema de comunicación y evidentemente le falta la mano de un redactor creativo que sepa dónde poner letras y frases".
Y ejemplificó: "La Vendimia tiene un nombre, por cierto muy confuso, 'Vendimia de la Identidad'. ¿Quién no tiene identidad? Una vendimia tiene identidad de vendimia, entonces roza la obviedad y eso es no hacer pensar al consumidor o lector. El nombre es político y no se piensa en el cliente/lector".
El publicista también consideró que "el diseño, parece un poco artificial y no artístico, ya que da la sensación de haber sido hecho totalmente con Photoshop".
"Desde la lectura es súper complejo. No sólo no respeta una S invertida, que es la lectura natural del ojo humano, sino que la tipografía rebuscada -sin sentido- más los triángulos caprichosos no me dejan leerla y si me pongo en los ojos de un sexagenario, no se lee y si no se puede leer, no sirve, porque se trata de un producto popular", añadió.
Y no fue lo único, además señaló: "La mano que levanta la copa apunta hacia la izquierda, pero el futuro y lo positivo nuestro cerebro lo interpreta arriba y a la derecha".
"El diseño no es feo, puede agradar o no, pero las marcas deben ser limpias y buenas. Este afiche puede caer en el 'me gusta' o 'no me gusta', pero no tiene ribetes de un trabajo que genere impacto".



