Bodegueros y productores buscan disolver la Coviar. Enfrentamientos bajo la mesa. Política en la trastienda empresaria.
Revuelta bodeguera en la Coviar, por poder y recursos
“Somos el plan” dice en una de las páginas de presentación de la Corporación Vitivinícola Argentina, la COVIAR, una verdadera “corpo” del vino que nació en 2004 para diseñar y ejecutar el Plan Estratégico Vitivinícola 2020, conocido como PEVI. Es un ente mixto donde confluyen desde las bodegas más poderosas, hasta productores primarios de los más pequeños. Allí están también gobiernos provinciales, el INV, y un gran número de asociaciones y entidades del vino y productores de varias provincias. Hay una veintena de entidades principales, otras treinta relacionadas, y una decena de unidades ejecutoras entre los que están desde el Fondo Vitivinícola hasta la Asociación Argentina de Sommeliers. Están casi todos. Lo de “casi” es porque aunque son muchos los que tienen el “brevet” de socio, no todos están en la COVIAR, y los que están afuera critican con dureza a la corporación.
Pero ahora, el problema está adentro.
Un grupo importante de bodegueros, con el apoyo de algunas entidades, planea modificaciones fuertes en la Coviar, como disolverla llegado el caso, para transformarla en una unidad ejecutora de planes de promoción y de estrategia para el sector, que serían acordados y dictados por los principales actores. Es que las divisiones y la “interna” dentro de la industria por la estrategia promocional, por los fondos, por la investigación, por las campañas de marketing, y hasta por el posicionamiento político, ya son insostenibles.
Hay dos grupos claramente diferenciados. Uno de ellos está encabezado por bodegueros de elite de Bodegas de Argentina, y algunos grupos pequeños de productores enojados con la COVIAR. Y del otro lado pulsean José “Pepe” Zuccardi (UVA) y Eduardo Sancho (Acovi-Fecovita), dos poderosos del mercado interno y de la política vitivinícola, con sus aliados.
¿Tiene alguna importancia esta pelea en el desarrollo de Mendoza? Sí. No se trata sólo de visiones diferentes. En el medio ha pasado de todo, y los que encabezan el movimiento le apuntan a Eduardo Sancho. “Es el jefe político del justicialismo dentro de la COVIAR. Es el jefe de Guillermo García que hizo un INV de cifras truchas y quiso desde ahí dictar políticas vitivinícolas. Y ha permitido que pase de todo con los fondos de la corporación, durante años. Se acordaron de defender a la industria antes de ayer” ironizó una fuente bodeguera.
Las tensiones derivan –además- de cuánto dedica la corporación de sus recursos (unos cien millones de pesos al año aportado por todos los socios, más fondos de promoción del BID, el CFI y otros, más fondos nacionales y de las provincias) a la promoción interna, o a la exportación. Zuccardi, Sancho y algunos más tienen una visión de promover el mercado interno, mientras que BDA y Wofa van por el exterior. En el último caso es -claro- su misión: vender afuera.
Las posiciones son irreconciliables, y ello se nota en los detalles. Veamos:
-En la última reunión de la COVIAR, Enrique Vaquié le pidió a Guillermo García (INV, responde a Sancho) que diga cuánto vino hay de excedente, de qué color y calidad es, y si es vino realmente. El pedido fue apoyado por varias entidades. García prometió entregar las cifras, no lo hizo. En BDA y Wofa lo acusan de haber hecho un “Indec” del vino.
-El presidente del INV hasta que nombren esta semana a Carlos Tizio, buscó refugio en la COVIAR, donde fue gerente administrativo. Los bodegueros y los productores le echaron flit.
-Por una cuestión de salud renunció la gerente general de la Coviar, Cristina Brachetta. Es un puesto clave porque ejecuta todo tipo de fondos. Brachetta le respondía a Sancho. Los bodegueros que se oponen al titular de Fecovita plantearon que el cargo se elija por concurso. Así se lo pidieron a Hilda Wilhelm de Vaieretti, presidenta de la entidad.
-Los opositores cuestionan la forma en que se usaron los recursos. “La ley dice que sólo el 3 % de lo recaudado debe usarse para gastos administrativos y de funcionamiento y se usó mucho más, También hubo gastos sin criterio. Se pagó una fortuna por una investigación, que resultó ser ‘copy & paste’ de otra.
-El discurso en el desayuno de la COVIAR ha sido un besamanos del kirchnerismo, salvo este año cuando la crisis del vino excedente ya era indisimulable. Siempre hubo quejas de la industria por este "detalle"
La cosecha se viene encima. Y en la mesa directiva de la Coviar no hubo aún ningún planteo formal para disolverla, cambiar su formato, sus objetivos, o liquidar la entidad. Pero los “opositores” trabajan en silencio y buscan votos. Hay política allí. Mauricio Macri le prometió al PD que presidirían el INV, y el propio Carlos Tizio le entregó en mano un plan vitivinícola al Presidente. Tizio –gerente general de Clos de los Siete, serio y respetado- tiene el apoyo de BDA y de Wofa para presidir el Instituto. En lo político, cuenta con el acuerdo del PRO y es aceptado por Alfredo Cornejo, aunque Laura Montero y los radicales del Este tenían otros candidatos: Alfredo Aciar y Ricardo Mansur, respectivamente. También sonó Rodolfo Vargas Arizu.
La pregunta es si esta revuelta en la Coviar llegará a destino. Y cuánto poder tienen Eduardo Sancho, José Zuccardi y Guillermo García para resistir el avance onda “Cambiemos” en la corporación del vino.
Los votos
Para liquidar la Coviar, pasar sus activos al INV como dice la ley y repartir los planes en unidades ejecutoras, los revoltosos necesitan contar con una mayoría simple dentro de un directorio con 17 votos. Allí hay doce representantes de entidades privadas del vino, y cinco de las públicas. Mendoza y San Juan, como Estado, tienen voto. El INV tiene otro, uno más el INTA y el restante público es del resto de las provincias vitivinícolas. En el sector privado hay de todo. Repasemos.
Eduardo Sancho (Asociación Cooperativas Vit. Argentinas), Federico Norton (Asociación de Viñateros de Mendoza), Walter Bressia (Bodegas de Argentina), José Zuccardi (Unión Vitivinícola Argentina), Javier Palau (Centro de Viñateros y Bodegueros del Este), Marcelo Bocardo (Cámara Argentina de Fabricantes y Exportadores de Mosto), Carlos Rizo (Cámara de Bodegueros de San Juan), Ángel Leotta (Cámara Vitivinícola de San Juan), José Molina (Cámara de Productores Vitícolas de San Juan), Mario Pulenta (Productores de Uva en Fresco y pasas de uva de San Juan), Marcos Patrón (Bodegas de Salta), el Instituto Nacional de Vitivinicultura, el INTA, Enrique Vaquié por el Gobierno de Mendoza, un representante de San Juan, y representantes de La Rioja, Catamarca, Salta, Neuquén y Río Negro.
Los rebeldes dicen contar con 12 votos, algo que se ve difícil viendo el panorama. Los “oficialistas” de Sancho, Zuccardi y la línea tradicional de la Coviar, aseguran que son fantasías, y que ellos mismos tienen 8 o 9 votos. "Y además, ni loco Walter Bressia va a votar la liquidación de la COVIAR" dice una fuente de la UVA, en referencia al representante de Bodegas de Argentina en el directorio de la corporación.
Tampoco dan tanta importancia al movimiento. ¿Qué haría el gobierno de Mendoza? No se va a meter en la interna de la industria y van a esperar, y llegado el caso, Cornejo va a decidir. Es muy probable que apoye a los “rebeldes”, si es que la sangre llega al río.
Las tensiones siguen, en medio de una crisis de competitividad y precios bajos para la producción.
Los “de afuera” de la Coviar tienen su visión. “Acá hay una pelea por la Coviar Oeste-Este, o PRO-radicales vs PJ. Al sector productivo no le consultan nada. Nos creen subcalificados para opinar. Se van a llevar una sorpresa” dijo un productor del Este.
La pelea es muy intensa. Y va a hacer eclosión este verano.



