Las predicciones fallidas de los astrólogos en 2014

Los adivinos arriesgaron un escenario en Argentina que finalmente no se dio. Horangel, Jimena Latorre y otros que la pifiaron (una vez más).

Las predicciones fallidas de los astrólogos en 2014

Por:Christian Sanz
Secretario Gral. de Redacción (click en autor)

La astrología no tiene aún argumento alguno que pueda demostrar su factibilidad. Sin embargo, quienes se dedican a esa “mancia” insisten en proclamar que los planetas pueden influir en la conducta de las personas.

Hay una veintena de elementos que prueban que eso no es cierto, el más irrefutable es la “precesión de equinoccios”, fenómeno que demuestra que los mapas astrales han dibujado a los planetas en lugares donde ya no están. Ello por haberse "corrido" a lo largo de los años.

Luego, para comprobar que los astrólogos carecen de seriedad, basta revisar sus libros de predicciones, donde yerran una y otra vez con una capacidad pocas veces vista… y tolerada.

A la cabeza de los que la pifian se encuentra el histórico Horangel, quien arrastra un centenar de vaticinios errados. Algunos de ellos son indefendibles, como cuando en 1992 aseguró que el relator deportivo José María Muñoz iba a tener una era de éxitos. 

Fue el mismo año en que falleció.


  Por si fuera poco, un año más tarde aseguró que la Argentina pagaría la deuda externa  

Más recientemente, en su libro “Predicciones astrológicas 2008-2009” aseguró que Argentina tendría prosperidad y hasta vaticinó que Cristina saldría airosa de la crisis del campo.  

Otra de las “dotadas” que no se ha cansado de pifiar sus predicciones es Blanca Curi, fallecida en el año 2010. Por caso, fue la única en su especie que se animó a ser optimista respecto al gobierno de Fernando de La Rúa en 2001.

En tal sentido, la mujer ha dicho textualmente: “En el transcurso del 2001 la Argentina comenzará a mostrar cambios paulatinos en el terreno de las definiciones políticas. El presidente De la Rúa, luego de varios cambios en el gabinete, encontrará algunas personas muy valiosas que ayudarán a mejorar la economía. Entonces comenzará un proceso de reactivación (…) Chacho Álvarez no volverá al Gobierno y se perfilará como candidato a presidente para el 2003, liderando una nueva alianza.”

Blanca Curi fue otra de las principales "pifiadoras" en sus predicciones

Ni hablar de cuando Curi le pronosticó a Chiche Gelblung que Boca sería campeón del Torneo Apertura 2006, evento que terminó en manos de Estudiantes de La Plata. O la ocasión en la que le vaticinó a Carlos Thompson una “larga y feliz vida en este, su país”, a poco de regresar a la Argentina. Pocos días más tarde, el actor se suicidó.

Predicciones 2014

El año que pasó tampoco fue huérfano de predicciones que no se cumplieron. Horangel, por ejemplo, dijo a revista Para Ti: “Va a ser un año de alta complejidad con tendencia a que mejoren las cosas a partir del 16 de julio (…) Hemos salido adelante. Argentina puede volver a ser el granero del mundo. Esto ocurre cada doce años y estamos en ese ciclo”.

A su vez, la astróloga Jimena La Torre —autora de libros ad hoc— aseguró: "Veo una salida, un despegue, una búsqueda nueva: aparece una figura masculina que ayuda a mirar el futuro".

Jimena Latorre adquirió inesperada celebridad en 2014

Otra que erró fiero fue Susy Forte, quien previó un “incremento y repunte en la construcción”. Por si ello fuera poco, aseveró que "para las empresas, será un año de estabilidad y podrían ver crecer las exportaciones, así como también algo de liberación en materia de importaciones".

Pero aún fue más allá y vaticinó un posible triunfo de Argentina en el Mundial: "Hay un buen tránsito para la Argentina", dijo Forte al respecto.

El célebre Waldo Casal tampoco pudo prever las dificultades de 2014: "La primera parte del año será un buen momento para quienes cuenten con dinero disponible para invertir".

Colofón

A pesar de que los adivinos la pifian una y otra vez —sin solución de continuidad— la ciudadanía sigue creyendo en sus vaticinios a pies juntillas.

Es una especie de necesidad de creer en algo superior; como para escapar de la finitud de la propia existencia.

Sin embargo, esa sensación humana no alcanza para justificar tantos yerros. Menos aún cuando han quedado documentados.