Los dirigentes del Calamar, que juega en la B Metropolitana, hacen gestiones para que el delantero de 37 años culmine su carrera en el club donde debutó.
El sueño ¿imposible? de Platense: la vuelta de Trezeguet
Platense juega en una categoría chica (B Metropolitana) pero tiene un sueño grande. Inmenso. Repatriar a David Trezeguet, el delantero que debutó hace dos décadas con la camiseta del Calamar y que, a sus 37 años, está próximo a colgar los botines.
Trezeguet está aún en actividad. Tras su paso por River y Newell's, viene de participar en la Super Liga de India, en donde jugó para el Pune.
Ahora Platense intenta llegar al corazón delantero que se consagró campeón del mundo en 1998, defendiendo la camiseta de Francia. "Hay un acercamiento. Sería loco pensar que podemos abonar su sueldo, aunque podría llegar por un sponsor. Confirmo que Trezeguet prefiere el amor a la camiseta", declaró Pablo Listorti, el presidente de la Subcomisión de Futbol del club de Vicente López.
Trezeguet nació en Francia mientras su padre Jorge jugaba en el FC Rouen, pero hizo las inferiores en Platense. El 12 de junio de 1994 Ricardo Rezza lo hizo debutar ante Gimnasia y Esgrima La Plata, en un estreno que no fue normal: tras el partido (terminó igualado 1 a 1), un juez decidió llevarse a los 32 jugadores para que se realizaran el antidoping en una misma sala, porque investigaba una denuncia de consumo de drogas.
El hecho, que quedó sólo en una llamativa anécdota porque luego de varios meses no se llegó a ninguna conclusión, fue recordado por el delantero francoargentino en una entrevista.
El paso de Trezeguet por Platense fue corto. Sólo disputó cinco partidos en la Primera del "Calamar" (dos en el Clausura ’94 y tres en el Apertura de ese mismo año) y su representante decidió llevárselo a jugar a Francia, donde despegó su carrera hasta convertirse en un delantero de elite.
A tal punto que en tan sólo un año logró convertirse en figura de Mónaco, lo que provocó que sea rápidamente convocado a la Selección mayor de dicho país. Luego llegó su paso por Juventus, donde se transformó en goleador e ídolo.
Ahora, en el ocaso de su carrera, podría volver a vestir la camiseta que lo vio nacer.
