Caso Lobos: destruyeron comprobantes y falsificaron firmas

24 horas antes del escandaloso “carpetazo” y remoción del fiscal Daniel Carniello de la Unidad de Delitos Complejos, en su oficina hubo esta semana una declaración trascendente en el Caso Lobos. El jefe de los auditores del Tribunal de Cuentas de la provincia que investigó contrataciones de camiones en la Municipalidad, contó el martes en la Unidad de Delitos Complejos que funcionarios de Guaymallén destruyeron comprobantes, pagaron facturas sin firmas o sellos, y que acordaron sobreprecios en contrataciones de servicios, en medio de un cúmulo de irregularidades que sólo podrían explicarse como un método para favorecer la corrupción. El auditor, un contador de 64 años con más de un millar de auditorías en su carrera, declaró en el expediente del Caso Lobos en el que el intendente de Guaymallén y varios funcionarios más están imputados de fraude al estado en la modalidad de administración fraudulenta.

La causa Lobos empezó a tomar velocidad luego de un año de poca actividad y explotó con la imputación al intendente. La denuncia penal había sido presentada el año pasado por el concejal de Guaymallén Federico Telera, del FIT, y un grupo de abogados encabezados por Carlos Varela Álvarez, a la vez que el Post publicaba una profusa investigación sobre el enriquecimiento indebido de Luis Lobos, su familia y su entorno.

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Pero en la medianoche de hoy, por un anticipo del Post, se supo de la remoción de Carniello a raíz de una causa federal de noviembre del año pasado, dijeron las fuentes, pero a la que el juez federal Walter Bento y el Procurador Rodolfo González le dieron impulso ahora, después de que Carniello imputase por fraude a Lobos y sus funcionarios, y a un ministro del Poder Ejecutivo, Juan Gantus, por el no pago a proveedores de Salud. 

Como sea, a Carniello le dieron por la cabeza, fue suspendido “transitoriamente” de la fiscalía especial y enviado a una fiscalía menor de Guaymallén en un extraño enroque. El titular de aquella fiscalía, Juan Manuel Bancalari, asumió en la medianoche de hoy en Delitos Complejos. A Carniello –parece- le han estado escuchando de modo “preventivo” según escribió el periodista Ezequiel Ferreyra en El Sol, porque uno de sus informantes había sido investigado en una causa de narco criminalidad. Ahora Carniello fue penalmente denunciado, y un fiscal de Capital será el encargado de investigarlo.

Antes, un auditor del Tribunal de Cuentas había declarado en el Caso Lobos, desnudando una trama increíblemente irregular y corrupta.

El auditor

Semanas atrás, los denunciantes del Caso Lobos hicieron una ampliación de la denuncia original, sumando a la causa “madre” una nueva denuncia, a raíz de una auditoría del Tribunal de Cuentas de la Provincia que le había llegado al concejal Federico Telera, del FIT. Con esos nuevos elementos, Carniello imputó a Lobos y a varios funcionarios más.

Y el martes, se produjo una de las declaraciones más significativas del Caso Lobos.

Mientras la mayoría de los argentinos miraba el triunfo de Argentina ante Colombia, el auditor Nicolás Pérez Cabrera (64) declaraba en las oficinas de Carniello. Las fuentes cuentan que jamás hubiesen esperado del contador, con más perfil de “antihéroe” que otra cosa, una declaración de semejante calibre, porque es la que podría contribuir a condenar a Lobos y el resto de la banda.

El contador Pérez Cabrera trabaja desde el año 1996 en el Tribunal de Cuentas. Son casi 20 años de trabajo en el mismo lugar, con la misma tarea. Cuando las abogadas Gemina y Anahí Venier –defensoras de Lobos- le preguntaron qué experiencia le respaldaba, contó que había hecho más de un millar de auditorías del mismo tenor.

Y contó irregularidades inexplicables, salvo que formasen parte de la trama corrupta con la que se enriquecieron Luis Lobos, su familia y sus amigos. Entre las afirmaciones de Pérez Cabrera en la sede judicial, las más salientes son:

- El director de Servicios Públicos de la Municipalidad (uno de los imputados por Carniello) Rubén Carrera, dijo “que había tirado” la documentación respaldatoria de las contrataciones de los servicios. Esto fue cuando se hizo la auditoría, en la semana siguiente a las elecciones de junio.

- Daniel Adove, director de Espacios Verdes, también dijo que no había ninguna documentación que respaldase los pagos de las facturas por los servicios supuestamente prestados a la Municipalidad.

- Enrique Giordano, el jefe de Compras, no le contestó absolutamente nada a los auditores. “No sé qué pensar… supuestamente era el encargado de los procesos” dijo el auditor Pérez Cabrera en la Justicia.

- El tesorero de la Municipalidad les dijo a los auditores que era “normal” pagar facturas sin respaldo documental.

- Los funcionarios le dijeron al auditor que no había un manual de procedimiento administrativo en la comuna.

- Había sobrefacturación porque los remitos no coincidían con las horas pagadas. Las diferencias iban en los expedientes revisados desde el 26 al 28 %.

- En distintas ofertas de las supuestas licitaciones, firma la misma persona con distintos nombres, por distintas empresas. Esto fue constatado por peritos especiales del Tribunal de Cuentas. “Sí, era la misma persona utilizando dos nombres” refirió el auditor.

- No había controles. “No puede haber pagos con firmas en blanco… ¿quién controló eso? ¿Quién destruyó los comprobantes?” se preguntó el auditor en su declaración.

- La auditoría constató que no fue posible ni siquiera reconstruir si los trabajos que la Municipalidad pagó fueron realizados.

La otra trama

La declaración de Pérez Cabrera es suficiente para que haya gente enjuiciada y condenada, empezando por Lobos. Pero hay mucho más. Los responsables de una de las empresas contratadas, Freeway, fueron también imputados en el caso.

En la Municipalidad de Guaymallén, por ejemplo, se dice que en la dirección de Compras que dirige Giordano, uno de los hombres “del riñón” de Lobos y pieza clave en la “cooperativa” política del departamento “…están falsificando a cuatro motores los comprobantes que pidió el Tribunal de Cuentas…” La tarea es compleja porque un director ya dijo que fueron destruidos, y otro, que no los tenía.

El rol del director de compras Enrique Giordano es clave en el caso. Ingresó a la municipalidad en la época de Jorge Pardal. “Por entonces tenía un FIAT Uno, pero le ha ido bien… ahora tiene cuatro autos, propiedades en Mendoza, San Luis y San Juan, y la esposa y el hijo son ñoquis…” dijo una fuente pidiendo reserva de su identidad.

A Giordano le adjudican amistad con los propietarios de la empresa Freeway, que ha ganado licitaciones de todos los colores en la Municipalidad. Pero no está entre los imputados por Carniello en esta primera tanda.

El otro caso

Hay un "Caso Lobos 2" en ciernes, por la contratación de una planta de asfalto. La denuncia fue planteada por el abogado Alejandro Acosta y publicada por este medio la semana pasada, y fue constituida en un expediente paralelo a la "megacausa" Lobos. La contratación de la máquina de asfalto, también, estuvo plena de irregularidades. 

El nuevo abogado de Lobos

Con Daniel Carniello fuera del escenario del Caso Lobos, saldrá a la luz el verdadero abogado del intendente de Guaymallén, el experimentado penalista Omar Venier, que no podía actuar en el caso porque años atrás había pedido un jury contra Carniello. El fiscal “castigado”, en tanto, cumplió esta madrugada la orden de mudarse “transitoriamente” a sus nuevas oficinas en Guaymallén mientras estudia cómo plantear una nulidad, porque no ha tenido derecho a la defensa.

Es increíble, pero estas cosas pasan.

¿Quién dijo “al enemigo, ni Justicia”?

Eso es lo que ocurre en Mendoza.