Hoy comienza la Feria del Libro 2015. Te recomendamos las obras locales que no pueden faltar en tu biblioteca.
Cinco libros mendocinos que tenés que leer
La lectura es uno de los hábitos más saludables que puede adoptar el ser humano. Este viernes comienza la Feria del Libro 2015 en el espacio Julio Le Parc, una excelente oportunidad para acercarse a los libros, conocer las novedades y aprender de los clásicos.
Mendoza, en particular, es una provincia que ha sido cuna de grandes plumas. Desde referentes históricos como Antonio Di Benedetto hasta letras jóvenes e innovadoras, como Liliana Bodoc; la literatura mendocina es imprescindible en cualquier biblioteca.
A continuación, te recomendamos cinco libros mendocinos que no podes dejar de leer.
Zama, de Antonio Di Benedetto
Publicada por primera vez en 1956, Zama está considerada de manera unánime como una de las grandes novelas del siglo veinte en lengua española.
Con una escritura bella y precisa, Antonio Di Benedetto narra la existencia solitaria y suspendida de Don Diego de Zama, un funcionario de la corona española en Asunción del Paraguay que, víctima de una interminable espera, aguarda ser trasladado a Buenos Aires a fines del siglo XVIII.
Álamos talados, Abelardo Arias
La novela es reconocida por el propio autor como una historia de familia. Nace del recuerdo de los años de la adolescencia entre los viñedos mendocinos.
Alberto, un adolescente descubre el cuerpo y el amor, pero inevitablemente debe enfrentarse con el mundo adulto: la hipocresía, el poder, la injusticia. Construida con técnicas cinematográficas y gran fuerza poética, la novela profundiza en los personajes a través de dos ejes fundamentales: el amor y la amistad.
Los días del venado, Liliana Bodoc
Trata sobre el inicio de una guerra entre los pueblos de un continente llamado “Las tierras fértiles” —que tiene grandes similitudes con América Latina— y la encarnación del mal, proveniente de una tierra mítica más allá del mar.
Un mendigo en el bulevar, Iñaki Rojas
El 26 de enero de 1985, un terremoto sacudió Mendoza. Poco después, cuando las víctimas fatales ya habían sido sepultadas y los escombros aún no habían sido removidos del todo, apareció la versión del impacto de un misil como causante.
Sin embargo, no fue el movimiento de las placas tectónicas ni una explosión no calculada de una potencia mundial la causa del movimiento sísmico que sorprendió a todos en la madrugada de aquel sábado.
La razón para que la tierra se agitara tiene que ver con lo onírico, con la fuerza de los sueños, o mejor, con la muerte de Ángel Ventura, un mendigo que falleció en los primeros minutos del 26 de enero de 1985 en la terraza de un edificio de la calle Mitre.
Eliana Edith Abdala, Morir por Alejandría
Es una novela histórica. Hipatia, una mujer que dedicó su vida a la ciencia, a la filosofía y a la investigación, vivió en el siglo III, en Alejandría. Una ciudad de gran esplendor cultural y prosperidad económica. Ella es una mujer muy bella y de gran prestigio tanto en la corte como entre el pueblo.
Su nombre se asocia al saber: matemática, astronomía, filosofía, y el saber del Universo y además a la enseñanza. Una Maestra, así con mayúscula, en una Alejandría que albergaba en sus calles unos quince mil alumnos procedentes de todo el mundo conocido.



