Podés cobrar desde 35 hasta 50 pesos la hora con horarios de mediodía.
¿Necesitas trabajo? Así es el mercado de niñeras en Mendoza
Un dolor de cabeza para muchos padres mendocinos actualmente es encontrar la manera de que sus hijos estén cuidados mientras ellos tienen que asistir a sus lugares de trabajo. Una de las soluciones más fáciles y seguras es dejar a los chicos con los abuelos, hermanos o algún otro familiar predispuesto pero esto no siempre es posible.
Como niñera podés ganar cuatro mil pesos por mes trabajando medio día.
Una solución más personalizada, especialmente para niños pequeños, es contratar una niñera. Jardines maternales o guarderías hoy rondan los 2 mil pesos por mes y, aunque tal vez resulte más caro tener una chica trabajando en casa, posiblemente se obtengan mejores resultados.
Una niñera hoy cobra entre 35 y 50 pesos por hora, es decir que si trabajara cuatro horas cinco días a la semana ganaría como mínimo 2800 pesos. Pero este servicio presenta ventajas interesantes, por ejemplo, el niño no tendrá que salir de su entorno cotidiano con sus propios juguetes ni resultará necesario que fijar los horarios de los adultos a los de un jardín; los chicos se encariñan con sus niñeras y ellas con ellos lo que produce un respeto y disfrute mutuo; y se tratará de una persona elegida por los padres.
La desventaja más importante de tener una niñera es que se gane la confianza de los progenitores. Por esto es que en general las madres contratan a alguien que conocían de alguna manera. Por ejemplo, Soledad Esposito (24), quien recientemente terminó la licenciatura en Comunicación Social, relata que su trabajo en la Iglesia le abrió las puertas para trabajar cuidando niños: “La primera vez fue por una amiga de mi papá. Por mi trabajo en la iglesia, ella me dijo que veía que me gustaba trabajar con los chicos. Cuidaba a una nena de un año y ocho meses. Le enseñaba los colores, los números. La verdad es que me gusta mucho. Es un trabajo cómodo.”
Emilia Zabalza (23), que es estudiante de psicología, tiene un compromiso especial con su trabajo: “Yo trabajaba como secretaria de la mamá, es amiga de mi tía. Me conoce desde que tengo 10 años. Ahora en noviembre cumplo dos años cuidando a su nena. Yo no había tomado conciencia de lo importante que sos para ellos, sos un referente, te imitan, te siguen. Es grande el grado de influencia que tenés en la vida de un niño.”
Por su parte, Martina Arias (25), estudiante de fotografía, trabajó como niñera y ahora precisa de esos servicios para que su bebé esté bien cuidada mientras ella asiste a la facultad: “Empecé cuidando a la nena de una amiga de mi hermana a los 15. Fue por una necesidad de trabajo y después me di cuenta que me llevaba bien con los chicos y que tenía paciencia. La cuidé desde los 9 meses hasta los cuatro años. Ahora yo tengo una niñera dos veces por semana que es compañera mía del secundario. Sería bueno que estuviera regulado, te da mucha desconfianza tener a alguien ajeno en tu casa”.
Pero en el caso de que no encuentres alguno de estos tesoros, existen en Mendoza agencias de niñeras que agrupan a las chicas dispuestas a velar por la seguridad de tus niños. El trabajo de estas agencias es proveer a las jóvenes la capacitación mínima que precisan y hacer el contacto con los padres. Luego la relación laboral continúa de manera privada.
Una de ellas es “Kidscare” a cargo de Vanesa Guevara quien se encarga de capacitar a las futuras niñeras con un curso de RCP (reanimación cardiopulmonar) y primeros auxilios. También les da recomendaciones de su vasta experiencia para mantener la autoridad sobre los pequeños sin pasar los límites: “Yo tengo una carpeta con los nombres de las chicas, la dirección, estudios, teléfono y demás datos personales.”
Otra opción es “Mimarte”, la empresa a cargo de la psicopedagoga Agustina Pérez Céspedes y la psicóloga Rosario Gadea, recluta estudiantes que hayan terminado sus estudios secundarios, mayores de 18 años, a las que le realizan pruebas psicológicas para obtener el perfil más adecuado para cada familia: “No elegimos a la niñera solo por el domicilio, sino que tenemos en cuenta los requisitos de las mamás”, explica Agustina.
Ellas también les brindan una capacitación sobre el desarrollo psicoevolutivo del niño; utilización de juegos y juguetes; y un curso de primeros auxilios con un médico pediatra neonatólogo.
Las dos referentes coinciden en que la mejor publicidad es el boca en boca, las mamás recomiendan los servicios a las otras y así las contratan, es decir, que la confianza sigue siendo el pilar para este tipo de trabajo.
Una última y llamativa opción, es “A UPA” que es una guardería móvil. La idea es que mientras los adultos disfrutan de un casamiento, cumpleaños de 15 o algún otro evento, los chicos la pasen bien jugando y bajo la vista atenta de docentes especializadas en escuela primaria, maestras jardineras, profesoras de educación física y artes.
Valeria Riales, quien trabaja junto a su hermana Nadia al frente de esta propuesta, describe: “en una fiesta no vas a educar, vas a contenerlos, entretenerlos y cuidarlos y para ellos tiene que ser una experiencia amena. Nunca enviamos menos de dos docentes, cada 10 chicos agregamos una docente más.”
El servicio cuesta entre mil y tres mil pesos dependiendo de las actividades que requieran los protagonistas del evento y la cantidad de chicos.



