Parece mentira pero no lo es. Basta golpear una cerveza fría para congelarla. Acá la explicación científica.
Para apurados: congelar una cerveza de un golpe
Es verano, hacen 35 grados y solo querés disfrutar de una cerveza helada. ¿Te acordaste que hace poco pusiste una en el freezer y la necesitas ya? No hay problema. Es posible congelarla en un instante.
La explicación para este fenómeno es la ley de los gases y el proceso de embotellamiento de la cerveza.
Durante su embotellamiento se disuelve dióxido de carbono a gran presión en el líquido, lo que disminuye su punto de congelación, impidiendo que esta se congele a una temperatura de aproximadamente -10ºC, pero cuando esta es golpeada, existe una liberación de este gas o una disminución de presión por una pequeña fisura, lo que provoca un aumento en su punto de congelación y provocando obviamente el congelamiento de esta.
Esta congelación también puede llegar a suceder al momento de abrir la cerveza, pero no deben de preocuparse, sólo es cerveza congelada, sigue siendo bebible, es cuestión de esperar un poco y listo, a disfrutar.



