Tiene cerca de 28.500 seguidores en Instagram, recurso que utiliza para retratar personas que viven en la calle, conseguirles trabajo y un lugar para dormir.

Pachi Tamer, el argentino que saca a los indigentes de la calle

Por: Mendoza Post

Hugo “Pachi” Tamer tiene 45 años, es publicista, fotógrafo y emprendedor argentino. Y aunque la cantidad de seguidores que tiene en las redes sociales podría ser comparable con las de un rockstar, él es el creador de una ONG que retrata a la gente en situación de calle y los ayuda a conseguir un trabajo.

Es el creador de la ONG que saca mendigos de las calles

Se vida podría bien servir para el guión de una película. Hace unos años, Tamer vivía con su mujer y su única hija Elena en Austin, Texas en Estados Unidos. Pero de repente su vida se derrumbó cuando su mujer le pidió el divorcio. Su bebé solo tenía un año y él quedó en la calle. Peor aún, en 2010 sus padres habían sufrido un accidente automovilístico que –tras diez meses de agonía- terminó con la vida de su papá y dejó inmóvil a su madre.

"Toqué fondo" contó en una de las presentaciones de "One Dollar Dreams", la ONG que creó para ayudar a la gente en la calle.

Pachi Tamer.

"Me encontré, en apenas unos meses, con una situación caótica. Estaba atravesando momentos muy difíciles y además estaba en un país que no era el mío. Un día le ofrecí un dólar a un hombre que estaba en la calle para sacarle una foto. Empezamos a hablar y algo cambió en mí. Esa conversación me dio contención y me hizo dar cuenta que no estaba tan jodido como pensaba. Mis problemas al lado de los de él se hicieron pequeños y me sirvió para valorar todo lo que tenía", según relató al diario La Nación.

Ese fue el surgimiento de “One Dollar Dreams”. Tenía más de 5.000 seguidores en Instagram y pensó que si cada uno le donaba un dólar podría ayudar a una persona.

Una charla que conmovió

Las charlas de TEDx siempre son inspiradoras. Pero la que hizo Pachi en el 2013 en el TEDxRosario dejó a todos mudos. "Me compré zapatos nuevos y se los quería mostrar", empezó diciendo. Vestía un pantalón sucio y gastado, un saco que le quedaba grande y una barba que apenas dejaba entrever sus ojos negros.

Al final de la conversación se sacó toda esa vestimenta hasta quedar totalmente desnudo y dijo: "Somos todos iguales, como ustedes pueden ver".

Pachi quería demostrar que no importan las apariencias. "Cuando estaba en Buenos Aires estudiando publicidad, en la facultad, nos dieron un ejercicio que consistía en cambiar algo en la calle para ver cómo reaccionaba la gente. Me fui vestido igual que hoy al Obelisco y cuando los autos paraban en los semáforos en vez de pedirles dinero les daba un peso. Comprobé los prejuicios de la gente porque subían la ventana y pretendían que no estaba, que no existía", siguió su alocución.

Él es uno de los fotografiados por Pachi.


El contacto con la gente

Luego de perder a su familia Pachi decidió enfocarse en hacer retratos de la gente de la calle: "Encontré en ellos la familia y el apoyo que me faltaba. Empecé a ganar seguidores. Un día me encontré con un señor. Le di un dólar y le saqué una foto. Antes de irme me dice: «¿Sabés que me gustaría hacer antes de morirme? Ir al Octoberfest». Nos reímos los dos"

Pachi recuerda que el hombre era descendiente de alemanes y le contó que siempre soñó con viajar ahí. Fue entonces que pensó que si cada uno de los 5000 seguidores que tenía en Instagram donaba un dólar podía cumplir su sueño e incluso escribir un libro con la experiencia. "La respuesta fue inmediata. Una mujer en Tokio puso 100 dólares y un en Sudáfrica cinco... Así empezó todo", expresa.

Proyecciones

Hasta el momento Pachi tiene más de 28,5 mil seguidores en Instagram. El año pasado estuvo nominado en los Estados Unidos a mejor creativo extranjero. Suele ser también modelo de una importante marca de ropa argentina y como si fuera poco está en negociaciones para hacer un reallity show. La idea es hacer diez capítulos, uno por país, y al final de cada episodio cumplir un sueño.

"Hacer los retratos de la gente e involucrarme en lo social me sirvió y me sigue sirviendo a nivel personal. Estoy feliz que esto vaya tomando forma. Trato de usar las herramientas de mi profesión para "vender" sueños. No creo en la anarquía, para mí los cambios se pueden generar desde adentro. Con todo esto me replanté mi carrera y le pude dar sentido a lo que hago", dice.