Así nació una cuestionada tradición navideña: el amigo invisible

Algunos adoptaron como propia la tradición, y otros la rechazan. Conocé los orígenes de una actividad extendida por gran parte del mundo.

Así nació una cuestionada tradición navideña: el amigo invisible

Por: Mendoza Post

No es una costumbre muy simpática, aunque muchos terminan cayendo en la tentación y participando del amigo invisible.

Se trata de una tradición que gana adeptos en épocas navideñas y que consiste en elegir al azar a quién regalar por un precio normalmente reducido.

Pese a ser una actividad instalada en gran parte del mundo, poco se sabe de sus orígenes. Aunque son dos las versiones más extendidas y uno ubica el nacimiento de la costumbre en Venezuela y otra en Estados Unidos.

El periodista Daniel López Valle comenta que el origen podría ser venezolano en el siglo XIX. "Las mujeres no podían tener ‘amigos’ y menos recibir regalos, así que al parecer de ahí nació, pero es imposible comprobarlo”.

Su versión coincide bastante con la de Wikipedia, que explica que: “Las damas venezolanas casadas o comprometidas, por aquel entonces, no podían tener amigos, sino compadres, por aquello de los cuestionamientos sociales. De manera que optaron por reunirse un grupo de amigos y amigas para realizar un intercambio de regalos. Esa tradición conservadora se denominaba compadre de papelito o compadre secreto de papelito”.

Mientras que para los estadounidenses, su “primer amigo invisible” fue Larry Dean Stewart (murió en 2007), un ciudadano que repartió dinero entre los que más lo necesitaban durante gran parte de su vida.

Tras pasar momentos complicados (sin trabajo y sin dinero), Stewart comenzó a amasar una fortuna gracias al negocio de la televisión por cable y de las llamadas a larga distancia. Y nunca se olvidó de la ayuda que le prestaron desconocidos cuando más lo necesitaba.

Durante alrededor de dos décadas repartió dinero de manera anónima hasta que, en 2006 después de que le diagnosticaran un cáncer, decidió revelar su nombre.

Llegó a repartir 1.300.000 dólares y su historia se recogió en el libro Santa’s Secret: A Story of Hope. 

Fuente: El País (España)