El misterio detrás de la famosa Fotografía ‘51

Reveló un importante descubrimiento de la bióloga Rosalind Franklin.

El misterio detrás de la famosa Fotografía ‘51

Por: Mendoza Post

La Fotografía ’51, tomada en 1952, marcó un antes y un después en lo referente a la estructura de la vida tal y como la entendemos ahora. Fue la primera captura realizada a través de una difracción de rayos X de la estructura de doble hélice del ADN. La investigadora que logró la imagen fue Rosalind Franklin que, según los expertos, esa ‘X’ perfecta en el centro era reveladora de la estructura en escalera de caracol de la macromolécula de la herencia.

Descubrió la estructura de ADN y quedó afuera del Nobel de medicina.

Calificada desde sus primeros años de “alarmantemente inteligente”, Rosalind pronto quedó fascinada por el mundo de lo extremadamente pequeño, aunque medible en tres dimensiones, que en el futuro ella misma iría desentrañando. Fue después de la II Guerra Mundial cuando comenzó a interesarse por las nuevas técnicas de difracción de rayos X, y adquirió una excelente destreza aplicándolas a sustancias amorfas, según publicó la revista Muy Interesante.

Al saberlo, el director del laboratorio del King´s College de Londres le ofreció ocuparse de estudiar con la nueva técnica la estructura del ADN, trabajo en el que Maurice Wilkins, su compañero de trabajo, no había logrado resultados. En este contexto es en el que Franklin obtuvo la foto.

La bella e inteligente Rosalind fue engañada y no pudo recibir el galardón que merecía.


A espaldas de Rosalind, Wilkins mostró esta imagen al biólogo James Watson, que trabajaba con Francis Crick en la misma materia. Estos pudieron rehacer a partir de la foto un modelo en tres dimensiones del ADN que habían construido. Con la evidencia, publicaron el descubrimiento en la revista Nature, lo que les valió el Premio Nobel de Medicina en 1962, junto con Wilkins.

Por desgracia, un cáncer de ovarios provocado en parte por las repetidas exposiciones a la radiación acabó con la vida de Rosalind en 1958, lo que impidió que disfrutase de este galardón que merecía. De todas formas, Watson se encargó de que su nombre no apareciese en el premio, desmintiendo que la científica hubiese participado. Además, desfiguró más tarde su imagen en el libro La doble hélice.

Sin embargo, a pesar de su muerte prematura (a los 37 años de edad) y de ser criticada por Watson, hoy en día son indudables las trascendentales aportaciones a la biología de esta mujer. Y no sólo por sus descubrimientos del ADN, también por sus investigaciones sobre el virus del mosaico del tabaco en el Birbeck College junto al físico Bernal. Se trataba de un estudio relevante para el ámbito de la agricultura, donde las técnicas cristalográficas podrían ser muy útiles.