Un grupo de expertos logró descubrir la técnica que utilizó Leonardo da Vinci en este cuadro.
Logran desvelar el misterio de la sonrisa de la Mona Lisa
Expertos de la Universidad Sheffield Hallam la llaman, la "sonrisa inalcanzable·"- el curioso fenómeno visual que se produce en cuadros como la Mona Lisa y que (generados mediante una técnica ancestral llamado "sfumato") logra que la boca de la protagonista esté sonriente o triste dependiendo del ángulo desde el que sea vista. A su vez, han contrastado dicha forma de pintar con la aplicada a otro cuadro de Leonardo da Vinci y han llegado a la conclusión de que también se utilizó en él.
En los últimos días, se ha dado a conocer en la revista «Science Direct» los detalles de este estudio. Por lo tanto, parece que han logrado desvelar al fin el misterio de la Mona Lisa, cuyo rostro desconcertaba al mundo al mostrar una sonrisa o una tez seria atendiendo al lugar desde el que era mirada. Según explican, todo se debe a un truco visual muy ingenioso basado en el «sfumato», una técnica que se basa en la mezcla de una serie de colores y técnicas artísticas que engañan a nuestro cerebro.
¿En qué consiste realmente la "sonrisa inalcanzable"?
En palabras de los expertos, es un efecto que se sucede cuando, al mirar solo la boca de la dama de la pintura, esta parece sonreir. Mientras, si se fija la vista en sus ojos o cualquier otra parte de su cara, da la impresiób de estar seria.
La bella princesita
El hallazgo de este fenómeno y su relación con el «sfumato» ha podido descubrirse gracias a otro cuadro de da Vinci conocido como "La bella principessa". En él, el artista utiliza los mismos efectos visuales para modificar su rostro atendiendo al ángulo desde el que sea mirada. Con todo, en este caso la mujer del cuadro no es la Gioconda, sino Bianca, la hija ilegítima de Ludovico Sforza -Duque de Milán desde finales del siglo XV-. Al parecer, este hombre encargó al pintor el cuadro para honrar la boda de su pequeña (de 13 años) con un comandante del ejército milanés.
Las pruebas
Una vez descubierto el fenómeno, los expertos se propusieron averiguar cómo funcionaba. Para ello, solicitaron a una serie de voluntarios que disfrutaran de los rostros de los dos cuadros a una distancia considerable y, acercándose paulatinamente, valoraran del 1 al 7 loscambios que observaban en los lienzos (copias, por cierto, de los originales). Las imágenes eran, no obstante, borrosas en los bordes para asegurarse de que el centro de atención era la boca de las damas.
Según el estudio, la «culpa» de esta ilusión óptica la tiene el «sfumato», una técnica que combina los colores para producir transiciones suaves y graduales en el ojo humano evitando usar los contornos claros. Esta curiosa forma de pintar fue utilizada en la «Mona Lisa» y en la«Bella Principessa», donde no hay una línea de separación clara entre los labios y el resto de la cara. "Teniendo en cuenta el dominio de da Vinci de la técnica, y su posterior uso en la Mona Lisa, es perfectamente concebible que se hiciera de forma intencional".


