De cara a las inscripciones del año lectivo 2016, la Asociación de Defensa al Consumidor Protectora asegura que es indispensable un reclamo colectivo.
Cómo evitar que te estafen las universidades privadas mendocinas
A partir del mes que viene las universidades privadas de Mendoza abren las inscripciones, algunas ya lo hicieron, para el ciclo lectivo 2016 y los estudiantes eligen de acuerdo a sus intereses pero también su bolsillo.
Qué hacer para no ser cautivos de los aumentos de la educación privada.
El referente de la Asociación de Defensa al Consumidor, Mario Vadillo, habló sobre este tema con el Post ya que resulta importante resguardar los derechos de los futuros alumnos que una vez que ingresen a las instituciones privadas, serán ‘consumidores’ de los servicios que brindan.
“Todos los que empiezan deben tener en cuenta las publicidades que tiene esa casa de estudio”, explica Vadillo, ya que esa es la manera de garantizarse que no cambien lo que prometieron. También revela que las universidades no pueden cobrar una prestación cuando no existe un servicio real como cuando obligan a los estudiantes a pagar el título o las mesas de examen.
El referente destaca que es importante que los estudiantes se reconozcan como consumidores porque de esa manera podrán hacer los reclamos correctos en las instituciones que corresponden, los acuerdos que ellos firman cuando se inscriben “son contratos de consumo que están amparados por defensa al consumidor” agrega.
De todas maneras, comentó que el reclamo legal a Defensa al Consumidor por el aumento de las cuotas de la Universidad de Mendoza todavía no tiene respuesta ya que “los organismos del estado apañan el accionar de las universidades privadas porque muchos funcionarios son profesores”.
En una entrevista el martes 3 de marzo de este año, en el marco de los reclamos de los estudiantes, Vadillo explicó qué deben hacer los estudiantes para “no ser cautivos de los aumentos. La secretaria de comercio de la nación obliga a publicar los precios y mantenerlos durante todo el año. Además deben hacérselo conocer a los alumnos con 60 días de anticipación”:
“Creen que no pueden reclamar porque están estigmatizados por la sociedad como que son ricos o privilegiados y tienen que soportar lo que sea.”
En nuestro país no existe una ley que permita actualizar los valores de las cuotas pero tampoco lo prohíbe. Es como ocurre con los alquileres, los inquilinos terminan a merced de los valores que quieren imponer los dueños de las propiedades, ejemplifica Vadillo. Al respecto asegura que “las instituciones no pueden extorsionar con acciones como negar la libreta o la posibilidad de rendir a los estudiantes”.
La manera más efectiva de hacer el reclamo es a través del formulario que publicó la Asociación en su portal web y de manera colectiva.
Uno de los estudiantes que reclamaban en marzo de este año, Carlos Ermacora, aseguró a este diario que todavía no les han avisado si las matrículas van a aumentar el año que viene. Ellos presentaron un petitorio a la Legislatura provincial y algunos estudiantes individualmente hicieron el reclamo en Defensa al Consumidor.



