Selfies extremas que llevaron a la muerte

La moda del autorretrato se expandió y mientras un momento más complejo se inmortalice, más se placer siente el retratado por sí mismo.

Selfies extremas que llevaron a la muerte

Por: Mendoza Post

Hasta el Papa Francisco se anotó en la moda de las selfies. Parece que muchos sienten que es necesario explicarles a todos el mundo todo el tiempo qué estás haciendo porque de lo contrario se sienten menos que nadie.

Las redes sociales proporcionan esa plataforma un tanto histérica donde diariamente millones de personas dejan un instante efímero de sus vidas con la pretensión de algo muy importante.

Para muchos ya es casi una obligación, una obsesión, contar el más mínimo detalle de sus vidas en Internet. Qué comemos, el deporte que practicamos, la película que hemos visto, nuestras ideas políticas... Cualquier cosa vale y si va con foto (o vídeo) mejor, mucho mejor.

El proceso ha sido imparable. De las primeras imágenes delante de un inofensivo espejo hasta extremos vídeos virales. El peligro ya no es un elemento a tener en cuenta a la hora de conseguir el autoretrato más espectacular y sorprendente. Personas de todo el mundo, cada vez más jóvenes, arriesgan su vida para conseguir un segundo de notoriedad con el mínimo esfuerzo.  

Se estudia qué proporciona la selfie pero más complejo fenémeno es la selfie extrema.

La delgada línea roja se cruza en tantas ocasiones que cada vez son más habituales las noticias sobre personas que han muerto mientras hacían una selfie. El último caso, una joven rusa que cayó desde un puente cerca del Centro Internacional de Negocios de Moscú.   

¿Somos selfie adictos?

Una semana después de la muerte de Xenia, en Estados Unidos falleció Courtney Ann Sanford. La autopsia determinó que la mujer de 32 años no tenía rastro de alcohol ni de drogas en su cuerpo cuando su coche se empotró de frente contra un camión en Carolina del Norte. Un minuto antes del fatal accidente, Sanford había actualizado su perfil de Facebook con una selfie mientras estaba al volante.

En España se registraron dos muertes de personas que se estaban haciendo un autorretrato con sus teléfonos móviles. 

La joven polaca Sílvia R.A., de 25 años, falleció en Sevilla al caer desde el puente de Triana. 

En Sitges, un grupo de hombres de entre 44 y 49 años salió al balcón de su casa para hacerse una foto de grupo y se apoyaron en una barandita que cedió. Tres de los cinco afectados quedaron heridos de gravedad. Y en Jaén, un chico de 21 años murió electrocutado al tocar un cable cuando subió al techo de un vagón de tren.

Lo mismo le ocurrió a Anna Ursu, una joven rumana de 18 años, que murió electrocutada cuando intentaba hacerse un autorretrato desde la parte superior de un tren para publicarla en su cuenta de Facebook. Su amiga, de 17 años, salió volando por la fuerza de la descarga de 27.000 voltios que recorrieron el cuerpo de Ursu.

Algunas son menos peligrosas pero muy difíciles de sacar la autofoto.