Se trata de la humilde selección de Micronesia, que está disputando el Torneo Sub 23 de los Juegos del Pacífico. El técnico le pidió ayuda a la FIFA.
Conocé al equipo que recibió 114 goles en tres partidos
Micronesia es una región de Oceanía cuyos nutridos archipiélagos adornan gran parte del oeste del océano Pacífico. Tiene distribuidos unos 340 mil habitantes en ocho territorios: cinco son estados independientes (Estados Federados, Islas Marshall, Palaos, Nauru y Karibati) y los tres restantes dependen de Estados Unidos (Wake, Guam e Islas Marianas del Norte).
En Micronesia todavía hay tribus que viven como salvajes, más allá que no se rigen bajo las reglas del más fuerte. Aún así, la región está poco desarrollada, y aún así alguien se animó a conformar la Selección de Fútbol. Los resultados, lógicamente, son catastróficos.
El equipo de fútbol de Micronesia está participando del Torneo Sub 23 de los Juegos del Pacífico, en Papúa Nueva Guinea, donde cada combinado aspira a ingresar a los Juego Olímpicos de Río 2016.
En tres partidos, Micronesia ha recibido 114 goles en contra y no ha convertido ninguno: perdió 30 a 0 con Tahití, 38 a 0 ante Fiji y ahora fue derrotado 46 a 0 por Vanuatú (sí, Vanuatú, 200 del ranking de la FIFA).
El técnico Foster le rogó ayuda a la FIFA. El entrenador entiende que la única salvación de Micronesia para seguir con el proyecto futbolístico es que el ente madre del fútbol mundial acepte la afiliación. "Si nos afilian a la Confederación de Asia podríamos atraer asistencia técnica y gente idónea para que nuestros jóvenes aprendan a jugar. Sería un gran empujón", sostuvo Foster.



