Policías bonaerenses "pierden" más de 300 armas al año

Si alguna vez te preguntaste de dónde sacan las armas los delincuentes, habría que ir a ver cómo van las casi 2800 investigaciones que hay en la Policía Bonaerense y la Federal, sobre efectivos que "perdieron" sus armas.

Se trata de pistolas, escopetas y ametralladoras que, estando en manos de policías, fueron robadas o "perdidas" y que, por supuesto, terminaron en el mercado ilegal y, en su mayoría, utilizadas para cometer delitos.

Según publicó La Nación, entre 2011 y 2018, la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense inició 1659 sumarios por robo, hurto y/o extravío de arma reglamentaria por parte del personal policial. 

La Policía Federal, en tanto, perdió casi 1195 armas entre 2008 y 2018, un promedio de 108 por año y casi seis veces más de las que, por ejemplo, extraviaron los efectivos de Carabineros, de Chile.

Es culpa de la "portación

Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación explicaron que una parte del problema de la desaparición de armas radica en el régimen de portación que tienen los policías.

"La Gendarmería y la Policía Federal tienen un sistema por el cual portan el arma en servicio y fuera de servicio. La Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria [PSA] tienen un régimen distinto: dejan el arma al salir de franco. Los regímenes de portación influyen en qué fuerza pierde o no pierde más armas", dijo Alberto Föhrig, secretario de Coordinación, Formación y Carrera del Ministerio de Seguridad nacional.

En este sentido, el funcionario precisó que la mayoría de las armas son sustraídas o "desaparecen" cuando el efectivo está regresando del servicio a su casa.

Pero no todos los casos son de robo: en algunas ocasiones el propio efectivo pierde el arma y, luego de la investigación sumarial, se le dan o días de arresto o se le hace pagar un porcentaje del precio de reposición del arma. Hoy, una pistola calibre 9 milímetros, según fuentes del Ministerio, tiene un valor de 10.000 pesos.