Sentencia histórica en Mendoza: 10 años al apropiador de la nieta 117

Héctor Carabajal, exmilitar y agente de Inteligencia del Destacamento 144, pidió perdón durante el juicio. Se apropió de la mendocina Claudia Domínguez Castro. Cárcel también para sus padres adoptivos.

Sentencia histórica en Mendoza: 10 años al apropiador de la nieta 117

Por: Mendoza Post

En la primera sentencia por robo de niños de la historia de Mendoza, el Tribunal Oral Federal 1 condenó a 10 años de prisión al ex militar Héctor Carabajal, apropiador de de Claudia Domínguez Castro, la Nieta 117 recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo.

Claudia es mendocina y fue entregada en adopción cuando secuestraron en Godoy Cruz a sus padres, durante la dictadura militar.

La criaron Julio Humberto Bozzo y Antonia Clementina Reitano, a quienes los sentenciaron a tres años de cárcel.

La querella que representa a la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo había solicitado penas de 15 años para Carabajal y 6 años para, quienes hasta sus 37 años, Claudia pensaba que fueron sus padres.

"Pedimos el máximo de la pena para Carabajal ya que consideramos que fue parte de un plan criminal para la apropiación de menores llevado a cabo durante el terrorismo de Estado. En tanto que para el matrimonio Bozzo-Reitano solicitamos una condena menor, porque entendemos que aunque fueron apropiadores, aportaron información para esclarecer el caso", había pedido Pablo Salinas, abogado de Abuelas, quien sin embargo hoy se mostró satisfecho con la condena.

Gladys Castro y Walter Domínguez eran mendocinos y militantes del Partido Comunista Marxista Leninista. El 9 de diciembre de 1977, la pareja fue secuestrada en su casa de Godoy Cruz, cuando la mujer se encontraba embarazada de seis meses.

La hija de Gladys nació en cautiverio en marzo de 1978, y las familias Castro y Domínguez comenzaron rápidamente la búsqueda y se acercaron a Abuelas.

A partir de la investigación de una denuncia anónima que recibió el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) de Mendoza, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad dio con una joven que podía ser hija de desaparecidos.

Claudia sabía que no era hija de quienes la criaron pero no se había acercado a averiguar su origen, sin embargo, aceptó realizarse voluntariamente el análisis genético y, el 27 de agosto de 2015, recuperó su identidad.

Había sido anotada como hija propia por Bozzo y Reitano, a quienes había sido entregada por Carabajal junto con documentación falsa para inscribirla.

Carabajal prestó servicios en el Destacamento de Inteligencia 144 del Ejército y tuvo participación en todo el proceso que culminó con la apropiación de Claudia.