En el desarrollo del aparato psíquico, desde el comienzo de la vida, incorporamos a través del lenguaje categorías de pensamiento, es decir formas de sentir, de hacer y de vincularnos predeterminadas. Nos identificamos con un rol, un género incluso un nombre que alguien más nos asignó. Y así vamos creyendo que lo que hay es lo normal, que es invariable e inamovible.
En ese espejismo de normalidad la psiquis "descansa", mientras por debajo el cemento hierve. Las contradicciones e incomodidades se encuentran en ebullición y ante una mínima filtración irrumpen creando nuevas realidades.
La injusticia ha funcionado como filtración históricamente. La desigualdad en derechos y obligaciones, las vejaciones y humillaciones que recaen sobre las mujeres, niñas, lesbianas, trans y travestis ha generado un caldo de incomodidad tal que se escapa por todas la vetas de la normalidad, quiebra el espejismo, sale a la superficie, se visibiliza y toma las calles.
Ante tanta irreverencia, de esta suma de subjetividades movilizadas por la equidad y el respeto, todo lo que nuestro aparato psíquico identificaba como "la verdad", se pone en tela de juicio.
El movimiento de mujeres nos genera incomodidad, preguntas, modificaciones, hace tambalear las representaciones mentales sobre las que nuestra psiquis "descansaba", lo cual es vivenciado como angustia, la respuesta automática es una fuerte resistencia a la transformación individual y social. Es así como el movimiento de mujeres se vuelve un blanco de ataques, descalificaciones, intentos de negar su potencia y acallar sus voces.
Ahora bien, la resistencia, en todas sus formas, no es la única manera de tramitar la angustia. La incomodidad, también puede ser una alarma que nos invita a pensar de formas nuevas y creativas. Para ello es necesario dudar de lo dado como verdad absoluta, siendo esto un signo de salud. Evidencia que estamos en crecimiento constante, nos otorga mayores grados de libertad para elegir y para proyectarnos, como individuos y como sociedad.
Como red de psicólogos/as feministas consideramos crucial el acompañamiento de estas transformaciones, en el consultorio y la participación en las calles.
Romina Iacovetta. Psicóloga. Mail: mendoza@redpsicologxsfeministas.com IG: @rpf_mendoza FB: Red de psicologxs feministas




