Década loteada: así crecieron los barrios privados en el Gran Mendoza

Sin legislación alguna que regule el avance de las urbanizaciones privadas y cerradas sobre terrenos productivos, la Ley provincial N°8051 de Ordenamiento Territorial y Usos del Suelo (LOTUS), que debería ponerle un freno a este fenómeno, sigue sin poder ser reglamentada a seis años de su sanción (5 de mayo de 2009).

Es que un mapa interactivo creado por Edición Cuyo, en el marco de un informe especial titulado "La Década Loteada: El mapa de los barrios cerrados de Mendoza".

Para ello, se "mapearon" más de 300 barrios cerrados solo en el Gran Mendoza. 

Se trata del primer relevamiento de este tipo hecho en la provincia y que evidencia cómo la urbanización se ha extendido sin control en tierras cultivables desde fines de los años ‘70, sobre todo en departamentos como Luján, Maipú y Guaymallén.  

 Según el libro “Como una gran pecera” (Ediunc, 2013), que da cuenta del fenómeno de las urbanizaciones cerradas en el Gran Mendoza, el Área Metropolitana de la provincia tiene la mayor cantidad de barrios privados del país, luego del Gran Buenos Aires.

Sin embargo, el fenómeno se acentuó en la última década. Según se desprende de los datos, el 60% de estos barrios cerrados se construyeron desde 2004. Y su crecimiento no se detiene.

La cuestión no en nada sencilla para una Mendoza que es un 3% de oasis en el desierto y con inequidades territoriales más que evidentes. 

Hay dos mapas interactivos en el informe: uno con la ubicación geográfica de los distintos barrios privados relevados; el segundo es una animación a modo línea de tiempo que muestra cómo se fue “poblando” el Gran Mendoza de este tipo de construcciones cerradas. También se incluye un formulario para que los lectores puedan agregar otros barrios cerrados que no estén incluidos en los mapas.

Tipos de urbanizaciones

La Década Loteada mapeó los barrios cerrados teniendo en cuenta la clasificación que propuso la especialista mendocina Sonia Roitman en un relevamiento hecho en 2007 (citado en "Como una gran pecera”). Es la siguiente:

Country club

Se origina como espacio de ocio extraurbano de la élite de los años ‘30 y como vivienda de fin de semana de los sectores medios en la década del ‘70, remplazando la “casa quinta”. En los ‘80 y principios de los ‘90 se produce la transición de su uso de vivienda de fin de semana a permanente. Los countries cuentan con servicios deportivos y sociales, propios de un club, y en muchos casos se deben pasar controles de ingreso como socio, del tipo “bolilla negra”.

"El mendocino es muy particular para pensar. ‘Vivo en un barrio privado, soy re top’. Con el hombre en la puerta, que le levante la barrera y les haga sentir que está en la gloria".

Barrio cerrado

Comienzan a ser visibles desde los ‘80. Surgen como espacios de residencia permanente y en un principio se emplazan en localidades suburbanas próximas. Si bien tienen una gran heterogeneidad interna de clases alta y media-alta, “los que están en el centro de la expansión inmobiliaria son los de pequeñas dimensiones, cuyo valor clave reside en la seguridad, destinados a una clase media con acceso al crédito, que no cuenta con la totalidad del capital requerido para la inversión”. (Svampa, 2001, p. 69).

Pueblo privado

Son grandes emprendimientos, “megaemprendimientos”, que van de 100 a 1.600 hectáreas. Tienen su origen en la segunda mitad de los ‘90 y se comienzan a comercializar a finales de la década, atendiendo a nuevas demandas del mercado: seguridad, contacto con la naturaleza, etc. En Mendoza existen solo dos en pleno desarrollo: Palmares Valley -de 200 hectáreas, en Godoy Cruz- (aún no inaugurado) y El Torreón -inaugurado en 2008-, con 130 hectáreas, en Maipú, consistente en cinco barrios privados, o sea, casi un pueblo privado.

Desactivar semejante avance urbanístico es un desafío, ya que quienes deben actuar son los que justamente viven dentro de esas "peceras".

Condominio

Posibilidad sensiblemente más económica y, en muchos casos, como paso intermedio entre el departamento de la ciudad y la casa del barrio privado. Urbanísticamente se organizan en pequeños departamentos de dos o tres ambientes, que rodean un jardín central con una pileta, un quincho de uso común y juegos infantiles. También cuentan con un espacio común destinado a garaje.

Como muestra el mapa, hay un importante crecimiento de los barrios privados y el resto de las urbanizaciones cerradas hacia el sur del Gran Mendoza, sobre todo hacia Luján (Drummond, Chacras y Vistalba). La segunda línea de expansión es hacia Maipú (alrededores de la calle Paso, Cruz de Piedra, Russell y Lunlunta).

Hay una tercera línea de crecimiento hacia Guaymallén, a ambos lados del eje que constituye la Avenida de Acceso Este (Rodeo de la Cruz, El Sauce Los Corralitos, La Primavera y Jesús Nazareno).

“Cuando los vecinos vean que gran parte de sus problemas de agua, de infraestructura y de trabajo, tienen que ver con este avance del capital privado… no sé qué va a resultar", dice Molina.

Y por otro lado hay una importante presión sobre el piedemonte, hacia el oeste. Esto se evidencia en Las Heras (El Challao), pero también más al suroeste de Luján, donde están las tierras vitivinícolas más cotizadas: Perdriel y Agrelo.