La profe mendocina que convierte a sus alumnos en productores musicales

Les dijo que votaran un proyecto y lo realizaran. Van por su tercer festival de música y danza con bandas invitadas que será solidario y en la Nave Cultural.

La profe mendocina que convierte a sus alumnos en productores musicales

Por:Ana Montes de Oca
Periodista

Mientras se trata de elevar la calidad educativa y se revisan cuáles son los mejores métodos de enseñanza o si es más importante aprender matemática y lengua en vez de materias artísticas, una profesora de música convirtió a sus alumnos en productores musicales.

En un año, Noemí Arrojo les enseñó a plantear un proyecto en equipo, a dividir las tareas, conseguir el financiamiento, hacer la logística, la promoción y la puesta de un festival de música y danza al que llamaron Halaballooza y que tuvo tanto éxito que tendrá su tercera edición el 6 de noviembre en la Nave Cultural.

La primera edición fue un éxito en la escuela

De la idea a la realidad

Arrojo dicta la materia Proyecto de Producción y Gestión de la Música en quinto año de la escuela Carlos Varas Gazari de Ciudad, uno de los pocos secundarios estatales con orientación musical. "En la segunda o tercera clase la profe nos dijo que nos dividiéramos en grupos para plantear un proyecto cultural, después votamos el que más nos gustaba que fue el festival Halaballooza, (nombrado así por un capítulo de Los Simpsons), y cuando ese fue el elegido nos dijo que nuestro trabajo era hacerlo realidad", contó al Post Ariana van Strien, una de las alumnas.

"Al principio creímos que iba a ser imposible, que nos iba a salir todo mal, pero la profesora nos fue guiando y se nos fue pasando el miedo. Cuando hicimos la primera edición en la escuela y fue un éxito nos dio la pila para hacer el segundo y ahora estamos haciendo el tercero", agregó Ariana.

Para organizar el festival, los chicos se dividieron en equipos: Coordinación contacta con las bandas y arma la programación, Ventas junta el dinero para los equipos de sonido y otros gastos, Publicidad difunde en la escuela y redes sociales, Sonido y Escenario se encargan de la puesta, Seguridad de acomodar a los alumnos e invitados. Todos los alumnos tienen que rotar por todos los equipos para aprobar la materia.

La segunda edición fue mejor

Para la profesora fue un golazo: "Primero no creían mucho, tenían miedo de que les saliera un bodrio, pero cuando vieron lo que lograron en la primera edición, ver el cambio absoluto en su autoestima fue una maravilla para mí. Cuando empezaron a ver que salía y que podían eso los ayudo mucho"

"Yo tampoco sabía la magnitud de lo que iban a lograr, pero estaba dispuesta a remar con ellos la situación que se presentara porque estaba segura de que si salía más o menos bien el primero, ya el segundo iba a salir mejor. Cuando les planteé hacer el tercero afuera de la escuela se coparon, me moví con todos mis contactos para conseguirles la Nave, que para ellos es un lugar muy importante y ahora incluso hay bandas que se comunicaron con ellos porque quieren estar, ya no tuvieron que salir los chicos a buscarlas. Ese reconocimiento es el mejor premio para ellos".

"Los chicos entendieron que cuando hacés las cosas bien, hay una respuesta en el afuera. Y estoy segura de que varios de mis alumnos, cuando se encuentren con un proyecto y tengan que ver cómo hacer, van a saber cómo encararlo y a conciencia y que las cosas no se hacen de taquito. Es muy fácil poner la manito y decir 'necesito tanta plata' pero aprender a autogestionarte es algo más difícil que necesita más trabajo", explicó la profesora. En la tercera edición del Halaballooza (que es la evaluación final de la materia) la profesora puntuará el nivel de participación, si el chico incorporó el vocabulario adecuado, la actitud frente al trabajo en equipo, la atención al objetivo (que se cuide al público) y la calidad de la "curaduría", es decir, que el festival mantenga un criterio estético dentro del estilo elegido.

"La profe Noemí" gestiona todo

Salir del molde

Está claro que puede haber tantos métodos de enseñanza como docentes. Pero son pocos los casos que se salen del molde. "Yo creo que esta mecánica de trabajo no es sólo aplicable a mi materia o a algo artístico, puede ser aplicada en cualquier área", opinó Arrojo.

Pero también tiró la bronca: "Los chicos reciben muchas opiniones en contra de parte de la sociedad, la gente te dice '¡qué les vas a pedir a esos chicos si siempre están en otra!', pero yo creo que primero hay que creer en ellos y darles las herramientas porque te sorprenden".

"El sistema educativo como sistema está muy para atrás, está vencido hace rato y nadie miró la fecha de vencimiento. Si no aceptamos que lo instantáneo ya se nos instaló estamos perdidos. Hoy el chico no sabe, no le sale y no quiere hacer un proceso, entonces tenés que hacerlo parte del proceso, momento a momento, para que le interese y aprenda. Y en la universidad tampoco se están cambiando las cosas para que los profesionales aprendan de una manera nueva", subrayó.

Los alumnos de Noemí saben cómo masterizar y ecualizar música con sus celulares. Pero también saben producir un festival e incluso aprendieron sobre solidaridad ya que el próximo Halaballooza será a beneficio de la Ong JAS (Jóvenes y Adultos Solidarios) que da de comer a personas de la calle, por eso la entrada será un alimento no perecedero.

El evento debe mantener un criterio estético

Noemí Arrojo es licenciada en Gestión Cultural, profe de música y una gran maestra que, incluso, está tratando de conseguir "un viajecito de egresados a San Rafael para los chicos" lo está haciendo por su cuenta, porque la DGE no acompaña estas iniciativas y "en la comunidad educativa es necesario que se vea el aval, que el sistema reconozca a los chicos y les diga 'por este camino está copado que vayas', para que sigan trabajando así".