A horas de que se diera otra reunión diplomática para buscar el fin de la guerra.
Masivo bombardeo ruso en zonas civiles de Ucrania
Un nuevo ataque masivo con drones rusos durante la noche volvió a sembrar el terror en Ucrania. Esta vez, el blanco fue la ciudad portuaria de Odesa, a orillas del mar Negro, donde las consecuencias fueron devastadoras: edificios destruidos, incendios en puntos clave de la ciudad y múltiples heridos. Las autoridades locales confirmaron que se trató de una ofensiva de gran magnitud que golpeó tanto infraestructura civil como patrimonio cultural protegido.
Según informaron los servicios de emergencia, un edificio residencial de nueve pisos fue completamente destruido, dejando sin hogar a los habitantes de los apartamentos ubicados entre el quinto y el octavo nivel. En total, 33 personas fueron evacuadas por equipos de rescate, y otras cinco, atrapadas entre los escombros, lograron ser rescatadas con vida tras una intensa operación.
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La situación en la ciudad es crítica. El gobernador de la región de Odesa, Oleg Kiper, detalló que el ataque provocó varios incendios, incluyendo uno en una gasolinera y otro en el histórico mercado Pryvoz. Allí, las llamas consumieron un edificio de dos pisos y varios pabellones comerciales. También se reportaron daños en una vivienda particular en otra zona de la ciudad. Al menos tres personas resultaron heridas en estos incidentes.
Además del daño humano y material, uno de los aspectos más alarmantes fue el impacto sobre el patrimonio arquitectónico del centro de Odesa, zona protegida por la UNESCO. "Es un atentado no solo contra la vida de nuestros ciudadanos, sino también contra nuestra historia y cultura", advirtieron autoridades locales.
¿Negociaciones?
Este ataque se produjo pocas horas después de que concluyera una ronda de negociaciones en Estambul entre representantes de Kiev y Moscú. Pese al renovado intento de diálogo, los ataques no cesan. Mientras Ucrania insiste en un alto el fuego inmediato como condición para avanzar en las conversaciones, Rusia sostiene que es necesario abordar primero las "causas profundas del conflicto" antes de pactar una tregua.
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky reaccionó con dureza tras los ataques. Acusó a Rusia de "continuar con su terrorismo y obstruir la diplomacia", y volvió a reclamar sanciones internacionales más severas, así como ataques dirigidos contra la infraestructura militar rusa. "Haremos todo lo posible para garantizar el éxito de la diplomacia. Pero es Rusia quien debe poner fin a esta guerra, la guerra que ella misma inició", sostuvo.
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