Interrumpieron el discurso de Trump en el parlamento israelí

Un momento de tensión que fue rápidamente contenido por la seguridad del recinto.

Interrumpieron el discurso de Trump en el parlamento israelí

Editó: Andrés Figueroa

Este lunes 13 de octubre de 2025, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció un discurso ante el Parlamento israelí -el Knéset- en Jerusalén, en medio de una visita relámpago ligada al reciente acuerdo de paz que permitió la liberación de rehenes en manos de Hamás. 

Durante su intervención, varios legisladores interrumpieron la sesión, lo que provocó un momento de tensión que fue rápidamente contenido por la seguridad del recinto. Tras este incidente, Trump retomó su alocución ante la atención de las cámaras y los parlamentarios presentes.

El episodio ocurrió en el marco de la mediación estadounidense en un plan de paz regional que incluyó un cese del fuego y un intercambio de prisioneros entre Israel y Hamás. La liberación de los últimos rehenes fue presentada como un hito diplomático, y la llegada de Trump al Knéset tenía como objetivo legitimar y celebrar este avance. Su paso por Jerusalén no es únicamente simbólico: desde allí se espera que viaje hacia Egipto para participar en una cumbre con líderes árabes y occidentales, donde el acuerdo se expandirá y ratificará en el plano internacional.

En el momento crítico de la interrupción, fueron identificados dos diputados que alzaron pancartas con el lema "Reconozcan Palestina" y profirieron gritos de protesta, denunciando la ocupación israelí y exigiendo el reconocimiento de un Estado palestino. 

Las autoridades parlamentarias actuaron con rapidez: los legisladores fueron removidos del recinto bajo custodia y con empujones, en un gesto respaldado por el orden interno del Parlamento. Algunos de los presentes aplaudieron el operativo mientras Trump bromeaba sobre la rapidez de la intervención y agradecía que el "incidente" hubiese sido resuelto con eficacia.

Este suceso no es fortuito ni aislado: encaja con un contexto regional extremadamente convulsionado por el conflicto en Gaza y por las tensiones políticas dentro de Israel. La coalición gobernante en el país ha enfrentado críticas internas por su manejo del conflicto y su relación con las comunidades árabes israelíes. Hay un reclamo latente de muchas corrientes palestinas y pro-paz para que Israel reconozca un Estado palestino y ponga fin a la ocupación. En ese sentido, la protesta de los diputados representó una explosión simbólica de esa tensión latente frente al fulgor diplomático desplegado por Trump y sus aliados.

Lo que sigue ahora es decisivo: la cumbre prevista en Egipto será el escenario donde se intente consolidar la hoja de ruta de este plan de paz de 20 puntos, abrir nuevas negociaciones y procurar un respaldo regional más amplio. Aunque el discurso de Trump en Jerusalén fue empañado momentáneamente por la protesta, su objetivo diplomático permanece: robustecer su rol mediador y posicionar ese avance como un nuevo punto de inflexión para Oriente Medio. La incógnita es si esos gestos simbólicos -como la demanda por Palestina que resonó en el parlamento- podrán transformarse en avances reales sobre el terreno 

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