Un masivo ataque nocturno con drones y misiles rusos golpeó varias ciudades ucranianas, causando víctimas y daños significativos, mientras Ucrania responde con operaciones en Crimea.
Rusia atacó a Ucrania con más de 300 drones
La guerra entre Rusia y Ucrania, iniciada en febrero de 2022, ha alcanzado niveles de intensidad sin precedentes, con ambos bandos recurriendo a tecnologías avanzadas como drones y misiles para infligir daño.
Este conflicto, el más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, ha causado miles de víctimas civiles y militares, además de generar una crisis humanitaria con millones de desplazados.
Los ataques aéreos, especialmente los nocturnos, se han convertido en una táctica recurrente, afectando tanto infraestructura militar como áreas residenciales. La comunidad internacional sigue de cerca las negociaciones de paz, aunque las propuestas de alto el fuego han encontrado obstáculos significativos.
Escalada de tensiones recientes
En los últimos meses, Rusia ha intensificado sus bombardeos aéreos, mientras Ucrania ha respondido con incursiones transfronterizas y ataques a instalaciones estratégicas en territorio ruso.
La ciudad portuaria de Odesa, un punto clave en el Mar Negro, ha sido blanco frecuente debido a su importancia económica y logística. Por su parte, Ucrania ha fortalecido su capacidad de defensa aérea y ha desarrollado operaciones ofensivas, como los recientes ataques con drones en Crimea. Estas acciones reflejan la creciente sofisticación tecnológica de ambos lados en el conflicto.
Ataque masivo con drones en Odesa
Rusia lanzó este sábado en la madrugada un devastador ataque nocturno contra Ucrania, utilizando más de 300 drones y 30 misiles, según informó el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy.
En la ciudad de Odesa, un drone impactó un edificio residencial, causando la muerte de dos personas y dejando al menos 17 heridos, según autoridades locales. El ataque dañó tres pisos de un bloque de apartamentos, atrapando a residentes y generando incendios que requirieron la intervención de servicios de emergencia.
Este bombardeo, uno de los más intensos de los últimos meses, también afectó otras regiones como Sumy, Dnipro y Chernihiv, evidenciando la escala del asalto.
Respuesta ucraniana en Crimea
Mientras Rusia atacaba Odesa, Ucrania llevó a cabo una operación en la península de Crimea, ocupada por Rusia desde 2014. La Seguridad de Ucrania informó que drones especializados destruyeron tres helicópteros de ataque (Mi-8, Mi-26 y Mi-28) y un sistema de misiles antiaéreos Pantsir-S1 en el aeródromo militar de Kirovske.
Esta acción, planeada durante meses, demuestra la capacidad de Ucrania para realizar ataques precisos en territorio controlado por Rusia, enviando un mensaje estratégico tanto a Moscú como a sus aliados occidentales. Zelenskyy destacó la importancia de estas operaciones para debilitar la infraestructura militar rusa.
Llamado a la acción internacional
El presidente Zelenskyy instó a la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos y Europa, a tomar medidas concretas para presionar a Rusia hacia la paz. Subrayó la necesidad de fortalecer las defensas aéreas ucranianas con sistemas como los Patriot, señalando que los ataques rusos no deben quedar sin respuesta.
La intensificación de los bombardeos coincide con una ofensiva rusa en el frente este y nordeste, donde Ucrania enfrenta escasez de recursos militares. A pesar de los esfuerzos diplomáticos, como las recientes conversaciones en Estambul, las propuestas de alto el fuego siguen sin materializarse, dejando el conflicto en un punto crítico. La comunidad global enfrenta el desafío de equilibrar sanciones, apoyo militar y negociaciones para evitar una mayor escalada.



