La Operación Contención tuvo a más de 2.500 policías desplegados en dos complejos de favelas. La Defensoría Pública confirmó que el número total de muertos ascendió a 132, en el operativo más violento en la historia del país vecino.
Masacre en Río: los detalles del operativo que dejó más de 130 muertos
Río de Janeiro vivió uno de los capítulos más violentos de su historia reciente. La llamada Operación Contención (Operação Contenção), desplegada por 2.500 policías civiles y militares, ya acumula 132 muertos, según confirmó la Defensoría Pública. La cifra la convierte en la acción policial más letal jamás registrada en Brasil.
El operativo se desarrolló en los complejos del Alemão y de la Penha, dos vastas zonas de favelas del norte de Río controladas por el Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas del país. Según el gobierno estadual, el objetivo era "contener la expansión del grupo" y capturar a sus líderes, aunque las consecuencias fueron devastadoras.
Durante la intervención, las calles se transformaron en escenarios de guerra urbana: hubo enfrentamientos armados, rutas bloqueadas, escuelas cerradas y más de 50 colectivos incendiados. Muchos fueron utilizados como barricadas por los criminales, que también emplearon drones para lanzar explosivos contra las fuerzas de seguridad.
Vecinos trasladaron decenas de cuerpos tras el operativo en Penha.
La violencia alcanzó niveles inéditos. Testigos relataron que los tiroteos se prolongaron por horas y que los vecinos debieron refugiarse dentro de sus casas sin poder salir. Entre la noche y la mañana siguiente, decenas de cuerpos fueron trasladados por los propios residentes a una plaza en el complejo de Penha, una imagen que se volvió símbolo del horror vivido.
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Con 132 muertos, fue la acción policial más letal en la historia de Brasil.
En medio de la conmoción, el gobernador Cláudio Castro (PL) defendió la acción, aunque reconoció su magnitud.
"Nuestros policías solos... es una operación mayor que la de 2010",
declaró, al tiempo que reclamó falta de apoyo del Gobierno Federal. Sin embargo, el Ministerio de Justicia sostuvo que todas las solicitudes del estado fueron atendidas y que la Fuerza Nacional de Seguridad opera en Río desde octubre de 2023.
La Operación Contención movilizó a más de 2.500 policías.
La Operación Contención no solo dejó un saldo trágico, sino que reabrió el debate sobre el uso de la fuerza en las favelas y las políticas de seguridad pública en Brasil. Organismos de derechos humanos y la propia Defensoría Pública advirtieron sobre posibles ejecuciones extrajudiciales y reclamaron investigaciones independientes.
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A pesar de las denuncias, el gobierno estadual calificó la acción como "necesaria para retomar el control territorial" en una ciudad donde el crimen organizado mantiene una fuerte presencia.
Mientras tanto, los habitantes de las zonas afectadas continúan viviendo entre el miedo y la desconfianza, en un Río que aún no logra recuperar la calma.
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