El presidente de Estados Unidos firmó los decretos que gravan las importaciones de estos materiales.
Preocupación en Argentina: Trump impone aranceles al acero y aluminio
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió su promesa de imponer aranceles del 25% al acero y al aluminio, en un movimiento que ha desencadenado preocupaciones en el ámbito de las exportaciones argentinas.
En un discurso desde el Salón Oval, Trump afirmó: "Hoy simplifico nuestros aranceles sobre el acero y el aluminio. Es un 25%, sin excepciones ni exenciones". Además, el presidente mencionó la posibilidad de considerar aranceles adicionales a sectores como automóviles, productos farmacéuticos y chips informáticos.
La medida, que afecta a diversos países proveedores de acero y aluminio a Estados Unidos, ha generado tensiones comerciales a nivel global. Se cancelaron exenciones y cuotas libres de impuestos para naciones como Canadá, México, Brasil y otros, lo que podría desencadenar una guerra comercial en múltiples frentes.
Para contrarrestar las importaciones de acero chino mínimamente procesado, Trump también estableció un nuevo estándar que requiere que las importaciones de acero sean "fundidas y vertidas" y que el aluminio sea "fundido y moldeado" en la región.
El asesor comercial de Trump, Peter Navarro, defendió estas acciones, afirmando que los aranceles son necesarios para proteger a los productores de acero y aluminio estadounidenses y fortalecer la seguridad económica y nacional del país.
Estas decisiones han tenido un impacto devastador en varios países, incluido Canadá, principal suministrador de acero y aluminio a Estados Unidos. Otros países como Brasil, México y Corea del Sur también se ven afectados por estas medidas.
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La incertidumbre generada por los aranceles de Trump ha provocado preocupaciones en los mercados financieros y económicos internacionales. Los precios de las acciones de compañías de acero experimentaron un aumento, mientras que empresas que dependen del acero y aluminio vieron disminuir el valor de sus acciones debido al aumento en los costos de materias primas.
Expertos han expresado su escepticismo sobre los beneficios a largo plazo de estas medidas, señalando los posibles impactos negativos en los consumidores, la inflación y la competitividad de las empresas estadounidenses.
El panorama económico internacional se ve afectado por esta escalada en la política arancelaria de Estados Unidos, lo que plantea desafíos significativos para las relaciones comerciales globales y la estabilidad económica a nivel mundial.
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